Se acerca el primer cumpleaños y, con él, en muchas ocasiones, la aventura. A partir de esta edad los niños/as empiezan a moverse con un poco de soltura y a descubrir todo aquello que les rodea, movidos por la curiosidad de lo desconocido, la emoción de poder acceder a nuevas superficies, y de explorar cosas nuevas que hasta entonces no existían para ellos/as, ¡empieza una nueva etapa!
Llegado este momento hay que tener especial cuidado con el entorno y los espacios para asegurarnos de que nuestro bebé explora sin peligro ni riesgos de ningún tipo.
En este artículo veremos cómo comienza ese momento de descubrir lo desconocido, cómo podemos evitar y prevenir riesgos en casa y cómo podemos preparar un espacio de juegos seguro y atractivo para los bebés.
La curiosidad como motor de aprendizaje en niños y niñas
Aproximadamente a partir del primer año empiezan a desarrollar una enorme curiosidad por el mundo, lo cual es muy positivo para ellos, ya que:
- Desarrollará su interés ante el entorno
- Es beneficioso para su cerebro: activa la dopamina y se ve beneficiado el hipocampo (donde se consolida la memoria a largo y corto plazo)
- Facilita el aprendizaje y mejora las relaciones con el resto de las personas
En definitiva, es el punto de partida para conocer, explorar y descubrir. Como padres, madres, cuidadores, familiares, amigos/as, etc. lo que debemos hacer es contribuir al desarrollo de esta curiosidad, aportándoles compañía para que se sientan seguros y confiados; darles libertad, siempre vigilada e incentivar actividades en la naturaleza y al aire libre, pues siempre será beneficioso para sus sentidos.
Ahora que ya sabemos lo sana que es la curiosidad innata de nuestros/as pequeños/as, ¿cómo podemos asegurarnos de que los espacios en los que la desarrollen sean seguros?
7 consejos para crear espacios seguros
A continuación, te vamos a dar 7 consejos muy sencillos para asegurar que el espacio en el que va a estar el niño/a es seguro y no tiene riesgos:
- Bordes, perfiles puntiagudos. Cuando son más pequeños/as todavía no controlan muy bien su motricidad, por lo que es más fácil que se puedan inclinar de más en un sitio y darse un golpe con una esquina, por ejemplo. Puedes poner unos esquineros de goma en las esquinas o, si es posible, apartarlas para evitar el riesgo.
- Escaleras o cambios de altura. Existen barreras para evitar que suban o que bajen, ayudando a delimitar el espacio.
- Superficies a las que se puedan subir. En relación con el anterior punto, si hay alguna superficie baja a la que se puedan subir también podría ser un riesgo.
- Radiadores, calefactores o estufas. Aleja las zonas de juego del bebé y las que sean accesibles para él/ella lo máximo posible para evitar que se queme.
- Objetos pequeños a su alcance. Por un lado, objetos pequeños que puedan introducir en la boca y, por otro lado, objetos un poco más grandes que puedan arrojar o golpear.
- Tejidos sueltos. Dependiendo del tipo de tejido que sea y su tamaño, pueden enredarse en él y tropezar.
- Enchufes. Lo mejor es tener protectores para cuando son más pequeños/as.
Pueden parecer muchos detalles, pero tranquila/o, no son tantas cosas. Es importante recordar que todo le llamará la atención porque, para el bebé, todo es nuevo, ¡y eso es muy positivo! Estando con el bebé mientras juega y explora todo será seguro y él también se sentirá así. Para ello, un truco es ponerte en el suelo, gateando a la misma altura a la que se encuentra nuestro/a bebé, y así observar directamente cuáles pueden ser los peligros que están a su alcance. ¡Te sorprenderá cómo cambia la perspectiva a la vista de un bebé!
Para terminar, compartimos alguna idea sobre cómo podemos configurar el espacio de juegos teniendo en cuenta los posibles riesgos que puede haber.
Espacio de juego seguro y fácil
Teniendo en cuenta que todo puede ser susceptible de llamar la atención del bebé, lo ideal sería poder decidir qué hay a su alrededor:
- Superficie lisa y sin obstáculos: si vas a poner una alfombra, que sea muy amplia y que tenga por debajo un material antideslizante para que no resbale.
- Al aire libre siempre es la mejor opción. Si es posible, siempre será más beneficioso que pueda jugar al aire libre.
- Juguetes específicos. Los bebés están acostumbrados a coger cualquier objeto y hacer de él una fiesta o el mejor juguete, pero no es lo recomendable. Si queremos evitar que cojan cualquier cosa, incluyendo las peligrosas, y la usen para jugar, no debemos dejarle jugar con nada que no sirva para ello.
- Alturas y agarres. Para los bebés que ya empiecen a dar sus primeros pasos o empiecen a ponerse de pie solos, hay que vigilar también las zonas que están en su campo de visión.
Hasta aquí nuestros consejos y recomendaciones para contar con un hogar seguro para nuestros bebés, ¿qué os ha parecido? Ante todo, hay que recordar que la práctica y la experiencia también te servirá de gran ayuda a la hora de prever posibles riesgos y de poder configurar espacios seguros y tranquilos. No te olvides que lo más importante es disfrutar de cada etapa junto a vuestro bebé.