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Cuidados del bebé

A los bebés menores de 6 meses no se les debe poner ninguna crema solar, y se debe evitar la exposición solar de forma prolongada. Para protegerle del sol se deben evitar las horas centrales del día, cubrir el cuerpo y la cabeza y en el carrito poner algún dispositivo tipo sombrilla que lo proteja.

En líneas generales el dispositivo debe ser el adecuado al desarrollo psicomotor del niño/a. Por ello se recomienda que los menores de 6 meses vayan tumbados, o levemente incorporados si ya tienen sostén cefálico. Cuando mantenga la sedestación, puede empezar a ir en sillita, y eso suele suceder alrededor de los seis meses o más.

El Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría recomienda en el año 2022 la vacunación 13-valente (contra los 13 serotipos más comunes y agresivos del neumococo), iniciando la primovacunación a los dos meses de edad y con dos refuerzos a los 4 y 11 meses de edad respectivamente.

La ictericia en un recién nacido se considera fisiológica si aparece después de las 24h de vida, y si dura hasta 4-5 semanas. En líneas generales aumenta los primeros dí­as de vida, para mejorar a partir del tercer o cuarto dí­a. Cuando esta ictericia es muy intensa o muy persistente, el pediatra indicará los estudios oportunos para descartar que en el caso de ser fisiológica y muy intensa tratarla con fototerapia (ictericia fisiológica en rango de fototerapia) o de no serlo, abordarla de la forma más adecuada.

 

Durante el embarazo y en el momento del parto, parte de los estrógenos que provocan el mismo, pasan a la sangre del bebé a través de la placenta. A lo largo delos primeros meses de vida el bebé las irá eliminando progresivamente.

En ocasiones, sin que sea nada patológico ni objeto de alarma, pueden provocar una pubertad precoz en miniatura (incluso con un mínimo sangrado vaginal).

El percentil es la situación relativa que ocupa un valor frente a la población de referencia. En lo relativo por ejemplo al peso, si tu bebé se sitúa en el percentil 95 quiere decir que la probabilidad de encontrar un bebé de su misma edad con un peso superior, es tan sólo del 5%.

Cada vez más hay productos adaptados a bebés para evitar las picaduras de insectos, en general de uso autorizado a partir de los 6 meses de edad.

En primer lugar, seguir las recomendaciones del fabricante y como precaución adicional aún cuando sean cremas «resistentes al agua», se deben volver a aplicar a aplicar cada vez que sale del agua. En líneas generales en ausencia de baño, se deben renovar al menos cada dos horas.

En los bebés con dermatitis atopica, el baño ha de ser corto (5- 10 minutos máximo), en los niños/as mayores, se aconsejan duchas. El agua templada y en lugar de jabones utilizar galénicas tipo syndet con ph similar al de la piel limitando su a las zonas sucias.

En principio ni la permanencia largo tiempo en agua dulce ni el cloro son buenos para las pieles atópicas, por lo que no es lo más adecuado para la piel, sin embargo, la piscina tiene otros muchos beneficios, así que la decisión una vez informada compete a los padres, que en cualquier caso, deberían rehidratar en profundidad la piel tras el baño.

Los niños/as con amígadalas grandes sobre todo si se asocian a hipertrofia de vegetaciones adenoideas, pueden respirar mal por la noche, con ruidos respiratorios, boca abierta, y en ocasiones paradas de la respiración unos segundos.

Ello hace que no descansen bien , por lo que de dí­a pueden estar cansados, y también comen peor porque les cuesta tragar.

En función de su evolución y de la repercusión clínica que tengan (apneas del sueño, disminución de agudeza auditiva, infecciones de repetición), puede ser objeto de consulta con un otorrinolaringólogo.

El mejor consejo que podemos ofrecer es consultarlo con su pediatra, ya que las causas de estas manchas son múltiples y con una importancia que varía desde completamente inocuas, hasta objeto de tratamiento inmediato.

La lengua puede estar blanca después de las tomas por la leche, pero suele desaparecer antes de la siguiente toma. Cuando este aspecto es más «irregular y en forma de grumos» y persiste en el tiempo, debe consultarlo por si se tratase de una infección por hongos. En ese caso el tratamiento consiste en aplicar un antifúngico habitualmente formulado como un gel oral.

Si es muy pequeño/a se está estableciendo el ciclo sueño vigilia, por lo que hay que tener paciencia y mantener una rutina constante que encaje bien con los hábitos familiares y del bebé.

En cambio si es mayor cobra más importancia tener unos hábitos correctos de sueño.

En cualquier caso, cuando se acerca la noche conviene que la casa esté con luz más tenue y silenciosa y no utilizar pantallas desde una hora antes de acostarse.

Cuando las alteraciones en el sueño son persistentes debe consultar con el pediatra.

La participación de voluntarios sanos (especialmente menores de edad) en ensayos clínicos en sus diferentes fases está rigurosamente regulada.

La decisión de la participación del bebé es responsabilidad única y exclusiva de sus padres (o las personas que tengan su patria potestad), y debe ser precedida de un procedimiento exhaustivo de consentimiento informado.

La displasia del desarrollo de la cadera, consiste en una disconformidad entre el acetábulo de la cadera y la cabeza del fémur de múltiples causas.

Ante su sospecha el diagnóstico se realiza mediante una prueba de imagen (que en función de la edad será una ecografía, una radiografía o ambas).

El tratamiento depende del resultado de la prueba de imagen y su evolución a lo largo del tiempo.

En cualquier caso, este es un problema que debe ser seguido conjuntamente por el pediatra, el ortopeda infantil y el radiólogo.

La mejor forma de prevención de las bronquiolitis es la misma que ante otras infecciones respiratorias; lavados frecuentes de las manos de los cuidadores (especialmente en las guarderías al cambiar de bebé), ventilar adecuadamente las estancias y evitar la exposición a irritantes de las vías aéreas.

Asimismo si los cuidadores tienen en ese momento alguna infección respiratoria, sería ideal que utilizasen mascarilla.

El frenillo lingual corto es una variante de la normalidad que no tiene mayor importancia salvo en aquellos casos que produce una limitación muy importante de la movilidad de la lengua (anquiloglosia) e interfiere significativamente en la lactancia.

En estos casos la lactancia debe ser evaluada directamente por la matrona y el equipo de pediatría, en ocasiones se facilita modificando la postura de la madre o del bebé.

En las raras ocasiones en que persisten las dificultades significativas para la succión, el tratamiento es quirúrgico, seccionando el frenillo para liberar la lengua.

La silla del coche se puede utilizar prácticamente a cualquier edad, a partir de los dos o tres meses, cuando el niño comienza a adquirir sostén cefálico, y con el límite que el tamaño del niño/a no haga que su cabeza toque el borde superior del dispositivo.

Debes intentar que esté cómodo y con buen soporte de la espalda. En cuanto a los viajes debes parar, como mí­nimo, cada dos horas, ofreciendo agua al niño/a y paseándolo unos minutos fuera del coche.

En la actualidad el Comité asesor de vacunas de la Asociación Española de Pediatría recomienda la primovacunación frente al virus de la varicela a los 15 meses y realizar un refuerzo a los 3 o 4 años.

Si tu bebé tiene edad de tomar solo lactancia exclusiva, (es decir menos de 6 meses), no se recomienda modificar la alimentación.
Si ya toma otros alimentos, y tiene una diarrea importante o no tolera la alimentación normal, permitir un reposo intestinal de unas horas y ofrecer soluciones de rehidratacion oral hiposódicas a lo largo de ese tiempo es lo más adecuado, retomando la alimentación normal pasado ese periodo.

En ocasiones su pediatra en función de la edad y el estado general del niño/a le recomendará realizar una dieta moderadamente astringente.

Si el niño/a, especialmente los bebés, está débil y no bebe o tiene las mucosas secas, debe consultar de inmediato ante el riesgo de deshidratación.

En ocasiones tras administrar las vacunas los bebés presentan un bulto en la zona de la inyección, es un nódulo vacunal que dasaparecerá espontáneamente. La mejor actitud es observar y comprobar que lentamente desaparece.

Los niños/as junto con las personas mayores son la población más sensible al cambio horario. La repercusión puede ser en los lactantes en la alimentación y en niños/as mayores en forma de dificultades para despertarse, si bien esta repercusión suele ser muy limitada en el tiempo.
Para atenuar el impacto, lo mejor es anticiparse, ir introduciendo desde una semana antes cambios en los horarios de las actividades regulares y facilitar la entrada de luz natural en la habitación a la hora (o un poco antes ) de levantarse, siempre teniendo en cuenta que es un periodo de transición breve.

El uso de pezoneras puede ser una ayuda momentánea cuando se produce algún problema, pero su uso no debe perpetuarse.

Debe consultar con su matrona y el equipo de pediatría para identificar y subsanar la causa que origina la necesidad de usarla.

El molusco contagioso es una enfermedad vírica de la piel que en muchas ocasiones se resuelve espontáneamente.

En función del tamaño, número y localización de los moluscos, en ocasiones se indica el tratamiento mediante curetaje, o con algún tratamiento quí­mico. En cualquier caso debe consultarlo con su pediatra.

Los primeros meses con suero fisiológico y masajes adecuados, en ocasiones se consigue desobstruir el lagrimal, si persiste la obstrucción pasado el año de edad, debe consultar con un ofalmólogo infantil para desobstruirlo mediante el paso de una sonda a través del conducto lagrimal.

El sobrepeso y obesidad infantil es un problema grave y de amplia repercusión en la vida presente y futura de los niños. Son esenciales los buenos hábitos de alimentación, evitando alimentos de alto indice glucémico y realizar ejercicio físico regular.

Estas normas deben ser observadas por toda la familia, ya que la conducta alimentaria se aprende inicialmente en casa. Evitar los ultraprocesados y la bollería industrial es otra norma, así como aumentar la cantidad de fruta y verdura. Se recomienda realizar al menos 5 comidas al día evitando el hambre excesiva.

Hasta los 2 años se desaconseja la almohada por riesgo de asfixia. A partir de esta edad puede utili­zarse una muy plana, pero no es que esté recomendado, depende de la preferencia del niño/a.

En los niños/as pequeños, el síntoma cardinal de las otitis medias agudas es el dolor, en ausencia de este debería buscarse otra causa para que el bebé lleve los dedos a las orejas (consulta habitual de los padres).

Una forma de evolución de las otitis agudas es la otitis media aguda perforada, en este caso se observa secreción amarillenta en el conducto auditivo externo y en ocasiones la almohada manchada, cuando el tímpano rompe, el dolor se alivia.

Otro tipo de otitis, la serosa, se produce por acumulación de moco en el oído medio sin ejercer presión sobre el tímpano, por ello no producen dolor pero dificultan la transmisión del sonido ya que el moco no transmite tan bien como el aire, su tratamiento es diferente al de las otitis medias agudas.

Dada la diferente naturaleza y actitud terapéutica en relación con las otitis, ante la duda debe consultar con su pediatra.

Es un mal hábito que puede repercutir tanto en los dientes como en la forma de la boca y en la piel de los dedos. No es bueno para la dentición ni para los dedos, que a veces también se resienten (infecciones, etc.).

Modificarlo requiere paciencia y constancia, así, conforme vaya creciendo se le debe explicar por qué no debe hacerlo. Si aún es muy pequeño/a, puedes sustituirlo por un chupete, respetando la edad límite de uso del mismo (en general 18 meses).

La disquecia del lactante o falso estreñimiento se produce por la incoordinación del bebé con su sistema excretor, es decir, cuando tiene necesidad de realizar una deposición en lugar de abrir el esfínter anal, lo cierra, dando lugar a episodios de llanto.

Aparece en niños/as prematuros y en niños/as a término, y se resuelve espontáneamente conforme el bebé va creciendo. Se le puede intentar ayudar flexionando las piernas sobre el abdomen o masajeando el abdomen en el sentido de las agujas del reloj.

La única forma de evitar la sudamina, una secreción que se produce por el exceso de sudor y «tapona» los poros de las glándulas sudoríparas, es evitar la excesiva sudoración, por ello se debe ajustar la ropa de abrigo a la temperatura ambiente, no ajustar mucho la ropa e intentar mantener la mejor higiene posible.

Es normal que los recién nacidos tiemblen un poco con el frí­o, al cambiarlos, al asustarse o llorar.
Si no va desapareciendo con las semanas, grábalo en ví­deo para poder enseñárselo a su pediatra y que determine si es un movimiento normal o no en el bebé.

Son una variante de la normalidad, consistentes en manchas de color azul parduzco de tamaño variable, desde menores de 2 cms a cubrir prácticamente toda la espalda, no se asocian a ningún tipo de patología ni deben ser objeto de preocupación ni de ningún tipo de intervención.

Con el tiempo se aprecian menos hasta prácticamente desaparecer.

Según el tipo de angioma (plano o en fresa) su localización y su tamaño, el tratamiento puede ser tan variable como limitarse a observar y controlar su crecimiento inicial y atrofia posterior, a de común acuerdo con los padres, iniciar tratamiento médico.

Debe ser valorado por el equipo de pediatría, el momento idóneo son los primeros meses de vida en el contexto de las revisiones del niño/a sano/a.

Se puede utilizar sin problemas.

La mejor forma de calmar a un niño/a nervioso/a es mostrar tranquilidad, si el cuidador/a está tranquilo/a, el niño/a poco a poco tenderá a imitar su conducta.

Explicar de manera que pueda entender pausada y sosegadamente es el camino óptimo, perseverando en la estrategia.

En cualquier caso, cada niño/a es diferente, hay que conocerlos y adaptarse a ellos, al tiempo que se le educa.

La causa más frecuente de tos nocturna en los niños/as pequeños/as es el goteo postnasal que se produce al acostarse, cuando tienen mocos. Tener las fosas nasales permeables y dormir semincorporado es el mejor consejo para atenuarla.

En ausencia de catarro o si se asocia a otros síntomas (fiebre, dificultad para respirar, estornudos..), debe ser objeto de consulta

Habitualmente estas legañas que aparecen por las mañanas son lágrimas deshidratadas, basta con limpiarlas con suero. Si la secreción es amarillenta, semilíquida asociada a edema palpebral y persiste todo el día, lo más probable es que sea una conjuntivitis, habría que verlo con el equipo de pediatría.

Si tu bebé está sano y no tiene ningún problema digestivo, no hay inconveniente en que le cambie la marca de leche.

Si tiene algún sí­ntoma de sospecha, (fiebre, tos, mucosidad, dolor de garganta, dolor de cabeza, alteración de gusto u olfato si es mayor, diarrea o erupción cutánea), es posible que sea coronavirus, aunque también muchas otras cosas.
La única forma de saberlo con certeza es realizar el estudio microbiológico que indique en cada momento el protocolo vigente (PCR, test de antí­genos, IgM u otras).

Los niños/as al principio de iniciar la marcha a veces lo hacen de puntillas, con el tiempo tiene desaparece, es decir cuando ya ande y corra con total soltura lo debe dejar de hacer, esta transición no tiene consecuencias.

Cuando este tipo de marcha se perpetúa y sobre todo si arrastra los pies debe ser evaluado por el equipo de pediatría.

Ninguna vacuna, un producto sanitario destinado a aplicar en población sana; cuya seguridad no se haya evaluado cuidadosamente de forma previa sería autorizada para su aplicación en niños pequeños.

Además previamente habrá sido testada en adultos, en adolescentes, escolares y preescolares. Sobre este marco general, debe tenerse en cuenta que las vacunas no están exentas de efectos secundarios como cualquier otro producto médico, pero su aplicación produce muchos más beneficios que perjuicios.

Las mismas que para los adultos: higiene de manos, uso de métodos de protección homologados (mascarillas) y ventilación frecuente de los espacios cerrados y por último, si es posible, evitar el contacto con otras personas enfermas.

El miedo a la oscuridad es habitual y no todos lo tienen a la misma edad. Se le puede poner una luz tenue que no interfiera con el descanso.

Según la edad del niño/a, se puede intentar que se adapte paulatinamente, para lo que puede resultar de utilidad hacerlo jugando (por ejemplo estar ambos a oscuras en la habitación y jugar a encontrarse).

Depende de la edad del niño/a, lo que es importante es identificar cuando tiene necesidad de dormir.

La necesidad de dormir evaluada en número de horas al día va disminuyendo con la edad, y el número de horas que mantienen el sueño por la noche va en aumento, ello implica que las siestas o descansos diurnos son cada vez menos necesarios.

En cualquier caso todo ello, depende de cada niño/a y de los hábitos familiares.

Debes extremar el cuidado en que los primeros contactos entre el bebé y las mascotas sean graduales y no dejarlo nunca sólo.

Poco a poco el tiempo de contacto puede ser mayor. Si el animal es controlable y de confianza, está bien controlado a nivel médico por su veterinario, no es ningún problema que el niño/a se crie con un animal doméstico, al contrario, aporta múltiples beneficios desde la responsabilidad a la sociabilidad.

Habitualmente el problema no es la leche, lo más común son las regurgitaciones que se pueden producir por un exceso puntual de ingesta, porque la válvula que separa estómago de esófago todavía no es competente al 100% (habitual en muchos bebés), o por reflujo gastroesofágico en el que a lo anterior se añade la presencia de contenido ácido en el esófago produciendo malestar y llanto.

Por ello es importante consultar el tema con el pediatra para que realice la historia clínica, evalúe el crecimiento del niño/a y ofrezca la mejor solución posible.

A veces después de las tomas los labios aparecen como macerados. Con pocos minutos tienen su aspecto normal. Si la lengua queda blanca hasta antes de la siguiente toma puede que sean hongos, por lo que deberí­a verle el pediatra.

Los soplos cardíacos deben ser evaluados cuidadosa e individualmente por el pediatra que, en función de sus características y el desarrollo del niño, realizará el seguimiento y pruebas oportunas.

Por fortuna en la inmensa mayoría de los casos, estos soplos son funcionales y no obedecen a ninguna causa patológica, desapareciendo a lo largo del crecimiento del niño/a.

La formulación en talco para aplicar directamente sobre la piel no es adecuada para los bebés ya que deshidratan la piel, las formulaciones en forma de crema o pasta al agua según la localización anatómica son las que hay que utilizar.

La vacuna contra el meningococo B, de las cuales bexero es una de las opciones pero no la única, puede producir síntomas generales como la elevación la temperatura corporal o el malestar general.

El alcance de estos síntomas se limita a las primeras 24 u 48 horas tras su administración. Si los síntomas persisten pasados varios días hay que consultar con su pediatra ya que es posible que la causa sea distinta a la vacunación.

En dosis posteriores en niños/as que han tenido reacción previamente, en ocasiones los síntomas pueden ser más intensos.

Al margen de las medidas preventivas (cambios de pañal, pastas al agua…) una vez que el bebé tiene una infección por hongos del área del pañal hay que aplicar el antimicótico que le prescriba su pediatra, ser sistemático en su aplicación es fundamental para eliminar los hongos definitivamente.

En el recién nacido son muy frecuentes las hemorragias subconjuntivales a consecuencia de la presentación del feto intraútero.

En los bebés, cualquier pequeña raspadura de la conjuntiva puede producirlas. No tienen repercusión, se reabsorben progresivamente sin dejar secuelas.

Lo que caracteriza a los terrores nocturnos, es que los niños/as no reconocen a sus padres, son por tanto inconsolables, en segundo lugar que suelen repetirse siempre a la misma hora (fase N-REM del sueño) y en tercer lugar que no tienen ninguna consecuencia a futuro.

Los expertos en sueño, ante la duda, recomiendan realizar una agenda de sueño del niño/a y grabar un vídeo de corta duración durante el episodio. Con esa información el pediatra podrá establecer el diagnóstico y ofrecer el mejor consejo que es observar y proteger para evitar que se golpee con cualquier objeto. Al día siguiente no recordará el episodio.

Este consejo debe ser individualizado; así, los bebés prematuros (menores de 38 semanas) más expuestos a la hipoglucemia deben ser alimentados cada 3-4 horas, por otro lado hay niños que ante la hipoglucemia reaccionan con irritabilidad (llanto) y es fácil de identificar, y otros que reaccionan con somnolencia en los que hay que ser más precavidos para evitarla.

En principio un detergente adecuado para ropa delicada y suavizante debe ser suficiente. Si hay problemas con el uso de determinadas prendas consúltelo con el equipo de pediaría, puede ser por irritación previa de la piel, exceso de determinadas fibras en la prenda, problemas con algún producto que contenga el detergente, etc.

Es inevitable que un bebé o un niño/a que tienen toda la atención y el tiempo de sus padres, experimente como una pérdida que todo ese tiempo haya que distribuirlo con un hermano/a, máxime si tenemos en cuenta que la dedicación en tiempo que requieren los recién nacidos es mayor que en etapas posteriores de la vida.

Por ello, la forma más adecuada de evitarlo es anticipar la llegada del nuevo hermano/a, y hacerlo copartícipe de sus cuidados para que no se sienta excluido/a. Entre hermanos/as mayores las situaciones son más complejas y hay que individualizarlas, pero es importante recordar que cada persona necesita un trato diferente. Hay niños/as que son más autónomos y niños/as que necesitan más cuidados y supervisión.

En la actualidad y en ausencia de factores de riesgo, dependiendo de cada Comunidad Autónoma, las vacunas que no cubre el Sistema Nacional de Salud son las que ofrecen protección contra el rotavirus, el serotipo B del meningococo y el virus del papiloma humano en varones.

El origen del hipo no está definitivamente establecido, la teoría más aceptada es que se produce por una distensión rápida del esófago y el estómago, esto suele ocurrir cuando el bebé come muy rápido, o deglute mucho aire con la toma.

Por tanto, una manera de evitar el hipo sería tomar más despacio y ajustar si es el caso el paso de leche de la tetina para evitar que degluta aire a la vez que toma.

Si bien la plasticidad del aérea del lenguaje se conserva a lo largo de toda la vida, en edad infantil y especialmente en los bebés, es máxima. Por ello el aprendizaje de una o varias lenguas es mucho más sencillo a esta edad.

Lo importante es evitar crear confusión mezclando las lenguas de forma continuada, una estrategia que siguen algunas familias es que cada progenitor les hable en un idioma distinto, eso evita confusiones y es más probable tener una cierta uniformidad.

Los bebés menores de 3 meses que tienen fiebre deben ser evaluados en un servicio de urgencias hospitalario.

Por encima de esa edad su pediatra de cabecera lo evaluará y le ofrecerá un diagnóstico de sospecha, un plan terapéutico y una serie de alarmas ante las cuales deberá consultar nuevamente sin demora.

En lo que se refiere a bajar la fiebre, en función de la edad, se le administrará paracetamol o elegirá entre paracetamol e ibuprofeno, que son los antitérmicos de uso común.

Hay tres elementos que pueden ayudar a sobrellevar mejor los síntomas del catarro, por un lado diluir el moco, para lo cual el mejor mucolítco es el agua, por otro permeabilizar las fosas nasales utilizando suero fisiológico y por último de noche para evitar el goteo postnasal del moco elevar la cabecera.

Normalmente el estreñimiento es un problema de hábitos alimentarios, si bien hay bebés con tendencia al estreñimiento. Una alimentación rica en fibra, fruta y verdura es la mejor forma de evitarlo.

Cuando está presente y en función del impacto del mismo en la vida diaria del bebé, su pediatra aparte de revisar cuidadosamente la dieta le ofrecerá temporalmente en función de la edad del bebé, diferentes soluciones con el fin de solucionarlo.

Ante cualquier atragantamiento, nunca hay que introducir los dedos para extraer el objeto, pues lo más probable es que se introduzca y se incruste más sin querer.
Si el niño/a tose con fuerza se le debe animar a que tosa ya que es el mecanismo más efectivo para desobstruir la vía aérea, si la tos es débil y el niño/a pierde fuerza hay que realizar la maniobra de Heimlich consistente en aplicar presión sobre la zona del epigastrio para facilitar la expulsión del cuerpo extraño.
Sería ideal que todos los cuidadores realizasen un curso de primeros auxilios para aprender a realizar estas y otras maniobras esenciales con los pequeños.

Las causas del llanto son múltiples, en la mayoría de las ocasiones inocuas, pero este llanto que en los 3 primeros meses de vida suponen hasta una media de 2 horas al día, generan estrés y preocupación en los cuidadores.

Cuando el bebé llora debe comprobarse si tiene hambre y/o si tiene necesidad de cambio del pañal, una vez comprobado y subsanado, si el bebé tiene un llanto persistente e inconsolable debe consultarlo con su pediatra.

Lo mejor, más natural y saludable, es que camine descalzo por casa en la medida de lo posible o en superficies como la arena de una playa. De todos modos, si el desajuste es muy evidente y sobre todo ante la asimetría (una diferencia muy acusada entra la pisada de un pie respecto a la del otro), es recomendable consultarlo con el pediatra.

Pasados los 3-5 primeros días de vida, las deposiciones pasan progresivamente de ser meconiales (de coloración verde oscura, pegajosas) a las deposiciones habituales en los bebés.

Lo más frecuente en los alimentados con lactancia natural es que hagan 2-3 deposiciones diarias, incluso cada vez que toman, de consistencia semilíquida, y con grumos amarillos, si bien cabe destacar que el color puede variar de un bebé respecto a otro y en general no es relevante.

Si es común que muchos de ellos pasen por la fase que se conoce como deposiciones escasas del bebé amamantado, en la cual hacen deposiciones de forma errática pero con las mismas características que tenían previamente.

Posteriormente cuando comience con la alimentación complementaria cambiará el aspecto y el olor de las deposiciones.

En los niños alimentados con fórmulas artificiales, las deposiciones son menos frecuentes y más compactas.

Debemos preocuparnos cuando el niño está incómodo, el abdomen distendido, vomita o expulsa productos patológicos con las deposiciones (sangre, moco muy abundante, pus..). En estos casos debe consultar con el equipo de pediatría.

La bronquiolitis es una infección vírica que produce obstrucción de la vía aérea de pequeño calibre (bronquiolo) en niños/as menores de dos años.
No existe un tratamiento efectivo según la evidencia científica disponible, ya que los broncodilatadores, como el salbutamol, no actúan sobre los pequeños bronquios de los bebés. En los hospitales, lo que se hace es utilizar medidas de soporte cuando el cuadro es grave; esto es, oxígeno, hidratación intravenosa si es preciso, antitérmicos, etc.
En casos leves bastaría con el tratamiento domiciliario: ofrecer líquido entre las tomas, suero fisiológico en la nariz y aplicar vapor de agua.

La asociación española de pediatría (AEP) recomienda la vacunación contra los serotipos B por un lado, y los serotipos ACWY del meningococo.

Estas recomendaciones, el número de dosis y la edad a las que administrarlas, se pueden consultar en la página web del Comité asesor de vacunas de la AEP.

La mayoría de las comunidades autónomas incluyen la protección frente a los serotipos ACWY pero no frente al serotipo B.

Los ganglios regionales son la primera barrera. En el caso de los niños/as, como su sistema inmunitario está madurando y recibiendo continuamente nuevos gérmenes de los que tienen que defenderse, es bastante normal que tengan ganglios, es decir, no es lo mismo un ganglio en un adulto que en un niño/a

Es bueno consultarlo con su pediatra ya que si bien en la inmensa mayoría de las ocasiones no tienen importancia, otras deben ser evaluados cuidadosamente.

La lateralidad se suele afianzar en la época preescolar, entre los tres y 6 años. A esa edad ya se puede notar cual es la mano dominante y cuando el niño comience a escribir y aprenda a manejar instrumentos como las tijeras, etc utilizará la mano derecha si es diestro o la izquierda si es zurdo.
No se debe imponer el domino de una mano sobre la otra.

En niños que están empezando a caminar no se debe hacer nada, ya que a medida que vaya aprendiendo a andar se irá corrigiendo él solo.

Una forma de evitarlo es ponerle zapatos con suela algo rígida.

En niños/as que ya han consolidado la deambulación autónoma (mayores de 18 meses-2 años) esto debe ser consultado con el equipo de pediatría.

La piel es el órgano de mayor tamaño del ser humano, en los bebés cuya superficie corporal relativa es mucho mayor esto es aún más notable.

Por pérdida de la capa protectora de la piel y sequedad se producen las manifestaciones de la dermatitis atópica, cuyo sintoma cardinal además del enrojecimiento de la piel es el picor, síntoma muy destacado, ante cuya ausencia se debe reevaluar el diagnósitco.

Para limitar el alcance de las dermatitis y sus síntomas la clave es reparar la capa protectora de la piel e hidratar en profundidad. Esto se debe consultar con el equipo de pediatría para elegir los productos y cosméticos más adecuados para cada bebé.

La guardería y la escolarización tempranas no son necesarias ni perjudiciales.

La escuela infantil empieza en el año que el niño/a cumple 3 años. Depende de la situación familiar que unas familias elijan una u otra opción, pero no es una necesidad educativa ni social, ya que los niños/as a esta edad aprenden de forma natural con una atención adecuada y estímulos apropiados, ya sea en la guardería o en casa y pueden socializar por otras vías.

La superficie corporal relativa de un bebé es mucho mayor que la de un adulto, por tanto está más expuesto a las pérdidas insensibles de agua.

Tienen más riesgo de deshidratación, por lo que necesitan la lactancia a demanda y si ya toman otros alimentos se les tiene que ofrecer agua frecuentemente.

Las otitis medias agudas se producen por una infección del oído medio. Algún estudio apunta a que los niños alimentados con lactancia natural tienen menor riesgo relativo, pero los datos no son definitivos. En cualquier caso, mantener bien ventilada la trompa de Eustaquio, es un buen mecanismo de evitar o al menos disminuir la probabilidad de tener otitis, por ello se insiste tanto en los lavados nasales cunado tienen mocos, y si el/la niño/a es capaz de masticar, el propio mecanismo de la masticación favorece la aireación de la trompa.

La dermatitis del pañal es una inflamación con enrojecimiento de la piel, que puede ser dolorosa para el bebé o cuanto menos, molesta.
Se produce por la irritación causada por varios mecanismos, (orina y heces sobre la piel, humedad por oclusión del pañal tantas horas al día).
Para evitarla, se suelen utilizar cremas de barrera, que lo que hacen es que la humedad, orina, heces del bebé no contacten directamente con la piel. Las pastas al agua son una buena formulación para actuar como método de barrera, pero se debe cambiar el pañal en cuanto se detecta que ha orinado o realizado una deposición.

En absoluto debe suponer una preocupación, muchos niños/as sanos nunca gatean. Lo importante es que las caderas estén bien alineadas y con una maduración adecuada, y que el desarrollo psicomotor sea normal.

Estos hitos se comprueban en las sucesivas revisiones de salud en la consulta del equipo de pediatría. Sobre esa base, los niños/as que gatean lo hace a los 9-10 meses de edad, otros sin embargo sin gatera previamente, pasan a tener deambulación sostenida (caminar de la ano) a los 11-12 meses. Ambos hechos son completamente normales.

El número de horas adecuado para el descanso en las diferentes etapas de la vida no está definido, pero podemos decir que los bebés necesitan dormir muchas más horas que los niños/as mayores.

A lo largo del crecimiento, el número de horas de descanso disminuye conforme madura el sistema nervioso central. La mejor forma de saber si el niño/a ha descansado lo suficiente es ver si está contento/a y activo/a.

Alrededor de los 3 años ya tienen casi toda la dentición caduca. Algunas piezas (habitualmente los molares) se pueden retrasar un poco más.

El ciclo sueño vigilia es algo innato del individuo. Esto quiere decir que el niño/a a determinada hora tiene una tendencia natural a descansar.

Una vez establecida la rutina de acostarse los primeros meses de vida es muy fácil que el niño/a se adapte, pero una vez más lo más adecuado es perseverar en la misma sin alterar los horarios ni los contextos.

A medida que el niño/a crece, el número de horas que precisan dormir es inferior y habrá que ir modificando esa rutina para adaptarse.

Cuando tenga los primeros dientes es importante retirar el chupete. También se debe empezar una higiene dental ligera, limpiando los dientes con un cepillo blando sin dentífrico, únicamente con agua.

Según la edad del niño/a la causa del estrabismo puede ser muy variada, desde la falta o exceso de tono de algunos de los músculos que mueven el ojo, hasta defectos de refracción muy acusados unilaterales, que hacen que el niño/a deje de usar el ojo que ve mal.

En cualquier caso, este es un problema que identificado por la familia y confirmado por el pediatra, debe ser tratado por un oftalmólogo infantil.

Todas las personas tenemos resistencia a abandonar rutinas donde nos sentimos seguros, esto es más acentuado en los niños/as pequeños/as, por ello la mayoría de las escuelas infantiles sino todas, tienen protocolos de exposición progresiva a la nueva experiencia, para familiarizarse con el entorno físico y humano.

Además de trasmitirles ilusión, de ver a más niños/as, de juguetes nuevos y seguridad de lo bien que va a estar, y que se les recogerá, cada niño/a en cualquier caso tiene un ritmo de adaptación diferente.

Cuando el rechazo al colegio se produce en niños/as en edad escolar (mayores de 6 años) que previamente se habían adaptado bien, hay que investigar la causa.

La erupción dentaria es un proceso fisiológico, no se debe medicalizar la normalidad. Si el bebé está muy incómodo por la noche, las encías están la fase de erupción y impide descansar, se le puede administrar un analgésico por vía oral a la dosis habitual. No está recomendada la aplicación de calmantes directamente sobre la encía.

No hay una causa conocida ni un tratamiento efectivo recomendado, si bien son mucho menos frecuentes en aquellos bebés alimentados con lactancia natural. Habitualmente se atenúan hasta desaparecer hacia los 3 meses de edad.

Se han recomendado para atenuarlos desde administrar diariamente probióticos, hasta la exposición a ruidos disarmónicos, pero es importante recordar que no hay evidencia científica de la efectividad de ninguna de estas intervenciones.

Hay unas normas básicas que se deben observar siempre, la primera es evitar las horas centrales del día en las que el ángulo de los rayos solares tiene una incidencia máxima.

La segunda es que la dosis de exposición solar se acumula a lo largo de los años.

La tercera es que no se debe exponer al sol sin protección con cremas solares (factor 50+), que deben renovarse siguiendo las recomendaciones del fabricante y la cuarta proteger la cabeza.

Si se observan esas normas rigurosamente, la exposición moderada al sol no tiene por qué ser perjudicial.

No está establecido. A lo largo del crecimiento, los niños/as necesitan dormir menos veces al día y los períodos de sueño nocturnos son más prolongados. En cualquier caso es algo que se debe individualizar y, no se debe imponer, simplemente adaptarse al niño/a.

De día los bebés suelen controlar los esfínteres sobre los 24-30 meses. Por la noche es mucho más variable, a veces hasta los 5-6 años no controlan, se trata de enuresis nocturna, pero entra dentro de la maduración normal. Lo más frecuente, es sobre los 30-36 meses. Cuando se repiten periodos más o menos prolongados (4-5 dias ) de noches secas, se puede intentar la retirada.

Lo habitual está entre los 2 y 3 años de vida, iniciando el reconocimiento de hacer deposiciones por el día, en cualquier caso esto depende, como muchas otras cosas de cada niño/a. Los padres deben adaptarse y facilitarles la retirada ante la normal resistencia de todas las personas a abandonar hábitos que les dan seguridad.

De modo genérico podemos establecer que se deben utilizar filtros con factor de protección 50+, que protejan frente a radiación ultravioleta A y en los bebés basados en filtro físicos.

Además si es menor de 6 meses hay que evitar exponerlo al sol, ponerle ropa y sombrilla, y por último aplicar crema con antelación, de forma abundante y renovarla cada dos horas o menos si se bañan.

Desde el nacimiento un masaje adecuado cada día es beneficioso, son una forma de transmitir al bebé cariño, confianza y seguridad. Pero además de aportar beneficios emocionales, los masajes también pueden aliviar molestias y ayudan al bebé a relajarse y lo alivian del estrés, estimulando el sistema musculoesquelético.

Se refuerza el vínculo afectivo del bebé con sus padres a través del contacto, la mirada, la piel, la sonrisa, las caricias, el olor, la calidez. Para hacer el masaje al bebé se debe escoger un momento de relajación, se debe presionar, levemente para que el masaje resulte efectivo.

En general se recomienda bañarlos cada día, sobre todo si se ensucian, (juegan en tierra, etc.).
Para evitar perjudicar su piel los baños deben ser cortos, (5-10 min), con agua no demasiado caliente y utilizando preferiblemente geles con ph neutro y aplicándolos allí donde haya suciedad.

Al bebé se le puede cortar el pelo cuando se desee, siempre con mucho cuidado. El dicho popular de pelarlos para que el pelo salga más fuerte es falso. Es habitual y normal que a los recién nacidos se les caiga el pelo del nacimiento.

No está establecida ni la edad ni la conveniencia de dejar al bebé en una guardería. En caso de necesidad puede utilizarse a partir del momento en que los padres no se puedan ocupar del bebé.

Si no es estrictamente necesario, la edad ideal sería a partir de lo 18-19 meses, cuando tiene puestas ya todas las vacunas iniciales y está en una edad de mayor capacidad de socialización.

Es una decisión familiar. Lo razonable es que las demandas de asistencia (llanto…) sean atendidas. Conforme el niño/a crece, estas demandas se producen con menor frecuencia y es más probable que pueda descansar con normalidad en otra habitación.

Es esperable que a los 18 meses ya hablen palabras sueltas y a los 2 años construyan frases sencillas con dos palabras. En cualquier caso la variabilidad es muy importante, y está también influido por el nivel de estimulación del niño/a.

La dentición es un proceso muy variable de un/a niño/a a otro/a. Lo que es más habitual y no requiere ninguna acción es el niño/a que inicia la dentición entre los 6 meses y los 12 meses.
Si más allá de los 12-15 meses no ha salido ningún diente sería conveniente consultarlo.

La fimosis se considera fisiológica hasta los 3 años.
Pasada esta edad, en los controles de salud establecidos, le pediatra valorará si tiene fimosis y en ese caso, cómo hay que proceder.

Los bebés siempre ven, otra cosa es que enfoquen y vean con claridad, esto ocurre más tarde.
Es decir, de recién nacidos ya distinguen la luz y las siluetas, a los tres meses distinguen el rostro y a los 5 o 6 meses siguen los objetos con la mirada.

Los mocos, en los niños/as pequeños/as, les acompañan hasta bien entrada la primavera. Es muy importante una buena hidratación, el agua es el mejor mucolítico. Es recomendable ventilar bien la habitación, ponerlos a dormir un poco incorporados, lavados nasales con suero fisiológico.

Pocas veces hay que ponerle cremas a los bebés por granitos en la cara, a menos que se trate de una dermatitis atópica, y eso ya lo dirá el pediatra.

En ocasiones se deben a la humedad, a que regurgitan un poco y la cara está en contacto con esa leche medio digerida, para evitar esto se debe intentar mantenerlo bien seco, en ocasiones hay que utilizar baberos.

Como con cualquier otro hito del desarrollo, este, depende de cada niño/a
Hay niños/as que a los 5 meses ya logran dormir durante toda la noche, los hay que hasta los 2 años no lo consiguen.
Es recomendable facilitar que se duerma siempre en ambiente tranquilo y silencioso, sobre todo de noche, y con una rutina constante, es decir, siempre a la misma hora, que no vea pantallas y salga a ratos al aire libre, esto último ayuda a generar la melatonina que es la hormona que nos ayuda a dormir.

Aunque es una costumbre extendida, no hay ningún motivo médico para aplicar soluciones basadas en alcohol en la piel de los niños/as. En caso de hacerlo es decisión y responsabilidad de sus padres.

Normalmente durante el día, en vertical, los niños se van tragando los mocos pero por la noche, en horizontal, se le van acumulando en la garganta, por eso, tosen con mayor frecuencia.

La temperatura de los niños/as es igual que la de los adultos, en la axila es normal hasta 37,2 °C, entre 37,2° y 38° son décimas, por encima ya fiebre.
Se debe evitar darle antitérmicos hasta que esté por encima de 37,5, y si el estado general es bueno, a partir de 38. En general esos fármacos se utilizan no tanto para bajar la temperatura sino para aliviar la incomodidad que se produce cuando la temperatura se eleva.

Lo primero es observar cuando aparecen los síntomas, (que suelen ser dolor abdominal, hinchazón abdominal, gases y diarrea).

Si se identifican después del desayuno con leche, (probablemente a la lactosa), o después de la fruta o verdura en exceso (fructosa) o con las chucherías o alimentos preparados, (sorbitol).

Cuando se sospecha un grupo de alimentos concreto, se realiza un test de hidrógeno espirado, que consiste en tomar un preparado rico en aquello que se sospecha que genera la intolerancia, (por ejemplo leche en caso de la lactosa), y soplar en un aparato que mide la cantidad de hidrógeno que se espira. Cuando está aumentado se dice que puede haber intolerancia a dicho elemento.

Después hay que probar con qué cantidad de dicho alimento aparecen los síntomas, (por ejemplo pueden aparecer con cinco piezas de fruta y verdura al día pero no con solo tres), para determinar qué cantidad se puede consumir habitualmente sin tener que retirarlo por completo de la dieta.

Lo primero es valorar cuando sucede el sangrado (inicio, final o durante toda la defecación) y si sale sangre roja, o las heces aparecen teñidas de negro y con textura muy pegajosa.

En cualquier caso, hay que acudir al pediatra para hacer la historia clínica, inspeccionar el ano y comprobar si existen hemorroides o fisuras, que es lo más habitual. Las fisuras son pequeñas heridas que se producen por estreñimiento.

Conviene revisar la dieta del niño/a, asegurarse de que ingiere verduras en cada comida principal, frutas regularmente, que bebe suficiente agua y que defeca cada día.

Si la dieta y el hábito son correctos y el sangrado persiste, se debe acudir de nuevo al pediatra.

El niño/a debe ser enseñado con cariño y aprovechando los momentos en los que esté calmado/a. Es una tarea que debe iniciarse desde etapas tempranas de la vida, cuando se inician las rabietas (dos-tres años de edad) adecuando la forma de intervención a la edad del niño/a.

La rebeldía más estructurada, ya no como una simple rabieta, se manifiesta más adelante, a los 6 años del niño/a o un poco antes. Si es muy marcado y sucede en todos los ámbitos de la vida del niño/a (escolar y familiar fundamentalmente), conviene descartar problemas que tengan que ver con el neurodesarrollo. Pero como norma general, siempre es importante ofrecerle al niño/a mucha seguridad y rutinas seguras y aprovechar los momentos de calma para comunicarse.

Se deben evitar las horas de máxima radiación solar, exposición en tiempos cortos, y en ocasiones con el cuerpo cubierto. Si tiene un brote de dermatitis atópica la zona debe ser protegida.

A nivel de protección, poner un factor de protección alto (50 o más) y recambiarlo al menos cada dos horas o cada vez que se bañe.

El bronceado no es un objetivo de salud. Finalmente tras un día en la playa o al aire libre expuesto al sol, la piel debe ser hidratada adecuadamente.

Lo mejor es que, cuanto antes pueda, utilice calzado abierto. Existen unos polvos que se pueden aplicar al calzado para mantenerlo seco, y se pueden usar desde los 3 años, tanto por fuera como por dentro del calcetín.

Por casa que utilice chanclas abiertas de esta manera evitará los hongos en los pies.
El desodorante simplemente tapa el olor, y esto no será necesario si se mantiene el pie seco.

También es recomendable el cambio frecuente de calcetines y uso único de zapatillas de deporte cuando tenga que hacer deporte, el resto del tiempo se debería poner un zapato que transpire.

Muchas veces algunas letras tardan en pronunciarse correctamente, típicamente consonantes como la «r» o combinaciones de consonantes («dr», etc…). De todas formas, si a los 4 años no se ha resuelto es recomendable comentarlo con el pediatra para que valore la necesidad de derivarle a un logopeda.

La enuresis diurna en principio debe ser estudiada, en las secundarias (aquellas que se producen en pacientes que previamente no las tenían), deben descartarse fundamentalmente causas psicológicas (estrés, ansiedad, celotipias) sin por ello excluir algún otro tipo de causa.

Por otro lado, en las primarias (niños/as que no llegan a alcanzar nunca el control) , hay que descartar algún defecto orgánico y revisar los antecedentes familiares de casos similares. En todos los casos las enuresis diurnas deben ser estudiadas por el pediatra.

Para entrenar o reforzar el control vesical en niños/as que ocasionalmente mojan la ropa interior, puede enseñarle que al ir al baño, interrumpa la micción y cuente hasta 5 antes de seguir orinando. Esto se puede hacer un par de veces en cada micción.

La primera revisión en el odontólogo debería ser antes de los 6 años, (incluso antes si se observa alguna anomalía).

En cuanto a la visión, a lo largo de los primeros 3-4 años de vida es el pediatra en ausencia de signos de alarma quien revisa al niño y descarta la presencia de problemas.

La mayoría de los profesionales recomiendan, aunque no hay consenso absoluto, que a la edad de los 4 años, aún sin signos de riesgo, sean valorados por un oftalmólogo. Posteriormente a partir de los 6 años, se recomienda evaluación anual o bianual en el optometrista que si detecta alteraciones, estas deben ser evaluadas por el oftalmólogo.

Es importante distinguir el tipo de enuresis nocturna, la más común es la enuresis nocturna monosintomática primaria, es decir, se produce sólo de noche, no se asocia a ningún otro síntoma, y el niño/a no ha tenido noches secas de forma regular previamente.

En estos casos, en los que suele haber antecedentes familiares, cuando se prolongan por encima de los 6 años y valorando el interés del niño/a y sus padres en intervenir, se puede considerar el uso de dispositivos de alarma u hormona antidiurética.

Es importante recordar que esto se resolverá espontáneamente a lo largo del tiempo. Todas aquellas enuresis nocturnas que no encajen en esta definición deben ser consultadas.

A los 6 años es la edad en que suelen caer los primeros incisivos de la dentición caduca, a partir de ahí van perdiendo los 8 poco a poco y van saliendo los definitivos al mismo tiempo. Los programas de salud bucodental establecen diferentes revisiones en cada Comunidad Autónoma, consulta con el pediatra las características del programa de la comunidad, y recuerda que al menos una visita al año a partir de los 4 años es recomendable.

A esta edad se trata de buscar juegos que lo motiven, a veces no es problema de concentración sino de interés.
Es recomendable usar el juego y las rutinas diarias para practicar, cuando se enseñan los conocimientos que surgen en la vida diaria se pueden asimilar mejor.
Por ejemplo se pueden ordenar unos cajones numerándolos con letras en orden y practicar ese orden mientras se recogen los juguetes con el niño/a.
También existen libros en los que cada página practica una letra, y también se puede jugar a buscar las letras en el libro para que vaya asimilando el orden.

Para ayudar a los niños/as a combatir la infección al tiempo que se cuida de su flora bacteriana, se pueden administrar los probióticos a lo largo de la duración del tratamiento con el antibiótico y prolongarlo una o dos semanas más. Pasado este periodo, los que aportan los derivados lácteos deberían ser suficientes.

Las enfermedades que más frecuentemente se asocian a este tipo de lesiones en las uñas de los pies son la dermatitis atópica y la anemia ferropénica, ambas cosas fácilmente descartables por el pediatra.

Si esto sucede, la causa más común es la vulvovaginitis inespecífica, que habitualmente con una buena higiene se resuelve sin mayor complicación. En ocasiones se puede utilizar alguna crema específica. Debe evitar utilizar prendas tipo «leggins» muy ajustadas que fuerzan el contacto de la ropa interior con la vulva.

Si el niño/a pisa mal pero esto no es demasiado exagerado o llamativo, la causa más probable es la anteversión femoral, que normalmente se corrige con la edad. En cualquier caso este tipo de dudas debe consultarlas con su pediatra.

La laparoscopia es una técnica mínimamente invasiva que se puede realizar con fines diagnósticos o terapéuticos. Realizada por profesionales entrenados adecuadamente y con la medicación necesaria no comporta problemas para el paciente. Es importante que cuando realice el proceso de consentimiento informado con el equipo responsable, traslade todas auquellas dudas o cuestiones que le produzcan inquietud.

La caída del cabello en niños/as puede ser secundaria a múltiples causas: dermatitis seborreica, enfermedades alérgicas, alteraciones nutricionales, alteraciones metabólicas, déficits de hierro o zinc, alopecia areata…

Es motivo de consulta con su pediatra.

Por encima de los 18 meses de edad y probablemente antes, se debe retirar la succión. Si el niño/a no quiere beber leche en un vaso o taza no se le debe forzar, no hay ningún inconveniente en que tome menos cantidad de leche a esta edad.

Se le puede ofrecer en su lugar desayunos variados (yogurt, tostadas, algo de fruta…) o algo de leche con cereales para que los tome con cuchara, pan con queso o con lonchas de jamón o aguacate, un puñado de frutos secos picaditos…

Si a los tres años el niño/a no habla pero se relaciona correctamente, interactúa bien, entiende lo que se le dice y se comunica a su manera, puede que esto sea un déficit aislado, que además suele ser transitorio. En cualquier caso, los niños/as que no hablan o no construyen frases simples con dos años de edad, deben ser seguidos de cerca, preferentemente en un centro de atención temprana.

Las normas de alimentación en casa las establecen los padres, partiendo de las capacidades de los niños/as para ingerir los diferentes alimentos y sus texturas. Si al niño/a que tiene dificultades para abandonar rutinas previas se le afirma en su costumbre volviendo a semisólidos o líquidos, tardará mucho más tiempo del debido en dar el paso. En caso de pérdida de peso o reacciones alérgicas, debe consultar con su pediatra.

Si el bebé tiene bultitos tras la oreja puede que se trate de adenopatías o lipomas subgaleales. En el primer caso es habitual si han tenido algún tipo de infección de las vías respiratorias. Si el tamaño es pequeño, no son dolorosos y la piel no está inflamada y caliente, no es objeto de preocupación, se le puede comentar al pediatra en el contexto de una consulta por otro motivo.

El objeto de la alimentación es nutrir adecuadamente al niño/a, y la evaluación se realiza a través del control del crecimiento en peso y talla, si no hay cambios significativos en las curvas de crecimiento respecto a los controles previos y si sus valores se sitúan en la normalidad, no es necesario estimular el apetito. Comer en familia puede ayudar a que el niño/a ingiera más cantidad de alimentos, ya que los niños/as copian lo que ven en los adultos.

Otra forma de incitarlo a comer más es hablar con él y hacerle entender los beneficios de una buena alimentación (tener más energía para jugar…), ya que lo relevante no es incitarlo a comer más sino a comer aquellos alimentos necesarios para una nutrición adecuada (verduras, frutas, pescado…).

La ropa de baño más aconsejable a estas edades es aquella que cubra gran parte del cuerpo del niño si se va a exponer al sol, además de utilizar cremas de protección solar con factor +50 y renovarlas siguiendo las instrucciones del fabricante. Si el bebé se va a bañar en las horas de menos sol y con un protector solar adecuado y aplicado con la frecuencia suficiente, no es necesario que la ropa de baño sea demasiado cubierta.

Cuando el niño se muerde las uñas lo único que se puede hacer es insistir mucho en que no debe hacerlo. No es aconsejable aplicar tóxicos en los dedos pues pueden ser peligrosos para la salud del niño/a.

Si lo ha tomado previamente, es más probable que el problema sea de palatabilidad (no le gusta) que de tolerancia, o simplemente rechazo como un método de autoafirmación. La opción de tomar el fármaco vía rectal es siempre el último recurso, la vía natural de tomar las medicinas es la vía oral.

Durante los trayectos en medios de transporte, para evitar mareos, se debe evitar que el niño/a esté mirando cuentos o juguetes de cerca. Se debe intentar que mire en todo momento hacia adelante y que se centre en un punto lejano. Si es posible, es beneficioso que se siente al niño/a en el asiento central para que pueda ver a través del parabrisas delantero y se centre en esa vista. También se le debe dar jarabe anti-mareos antes de cada viaje, explicándole que es beneficioso para que no se encuentre mal durante el trayecto.

Una de las causas del mal olor de boca es la rinitis continuada (mocos). Si fuese el caso, sería conveniente consultarlo con su pediatra.

Los orzuelos aparecen porque los poros que desembocan en los bordes de los párpados se tapan, y las glándulas entonces se inflaman al no poder drenar su contenido. Para el tratamiento de los orzuelos debes consultar con el pediatra, ya que en ocasiones el aspecto es indistinguible a simple vista del chalazion y el tratamiento es diferente.

Básicamente esto se debe a que el pelo se enreda y al intentar cepillarlo tira del cuero cabelludo y produce una sensación molesta. La mejor forma de evitarlo es cepillarlo a diario y aplicar un acondicionador para niños/as y utilizar un cepillo anti-tirones.

Que los niños/as se lleven todo a la boca a esta edad es normal. La boca es donde tienen más sensibilidad y a través de ella es como exploran su entorno. Hay que distraerlos para evitar que lleven cosas tóxicas y ponerlas lejos de su alcance. Con el resto de objetos, asegurarse que están en condiciones higiénicas adecuadas.

Durante el primer año de vida, especialmente en los primeros meses los bebés crecen a un ritmo muy superior al de cualquier otra etapa de la vida (doblan el peso en cuatro meses), por ello cuando el ritmo de crecimiento fisiológico disminuye hacia el final del primer año, el apetito ya no aumenta como antes y las familias se preocupan, de ahí la importancia de realizar el seguimiento del crecimiento para verificar que se mantiene en los percentiles previos, y que por tanto el descenso del apetito es el esperable.

Si el niño/a camina siempre de puntillas es objeto de consulta con el pediatra, si lo verifica, en función de las características de la deambulación, podría ser necesario consultar con un ortopeda o neuropediatra.

Dado que los bebés a esta edad se destapan constantemente y no hay forma de evitar esto, es aconsejable ponerle un pijama adecuado a la temperatura de cada momento del año, en líneas generales en el segundo año de vida, la sensación térmica del niño no difiere especialmente de la de los padres.

Es recomendable que el niño/a lleve ropa que le cubra la mayor parte del cuerpo posible en función de la temperatura del ambiente.

Según reza en la actualidad (2022) en la página del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría, se recomienda la vacunación frente a los serotipos A,C,W e Y con dos dosis: la primera a los 12 meses de edad y la segunda a los 12-14 años de edad, con un rescate progresivo hasta los 18 años en los no vacunados.

Si el niño/a está estreñido es aconsejable ofrecerle frutas y verduras a trozos, sin triturar y en cada comida. Además, se debe darle pan integral y cereales. Si está empezando a utilizar el orinal, se recomienda sentarlo 5 minutos, tras cada comida principal. Para que el niño/a esté hidratado, hay que darle abundante agua y evitar el exceso de leche. Si esto no es suficiente se le puede dar un laxante a base de polietilenglicol.

Si el niño/a tiene diarrea es aconsejable darle una dieta astringente e hidratarle con suero hiposódico.

La causa más frecuente de las hemorroides es el estreñimiento, habría que revisar la alimentación con su equipo de pediatría. Para la hemorroide hay diferentes tratamientos, es mejor hacerlo con supervisión facultativa. Además, si el bebé sufre de este problema, se le puede dar algún factor prebiótico durante una semana.

A los dos años es normal que los niños/as no se quieran dormir y tengan pataletas debido a la frustración de no conseguir lo que quieren. Durante el curso escolar es importante establecer una rutina de baño, cena y momento de relajación de forma pautada y, de ser posible, hacerlo cada día más temprano. Los niños/as pequeños necesitan tener rutinas muy marcadas.

Si de todos modos el niño/a tarda mucho en dormirse, llegando a ser esto un problema, se puede solicitar al pediatra algún producto natural con melatonina.

Si el niño/a presenta conducta rebeldes o una actitud inapropiada es muy importante establecer unos límites claros y explicarle el motivo de estos límites de forma reiterada para no crear confusión en el niño/a. Es esencial pactar previamente cuales son las conductas adecuadas o inadecuadas entre los familiares, para evitar mensajes equívocos.

El salbutamol es un broncodilatador que se utiliza cuando un paciente tiene obstrucción bronquial. Los pacientes que sufren este problema deberían tener instrucciones por escrito de como proceder cuando el niño/a tiene dificultad respiratoria, en general les dirán que apliquen salbutamol siguiendo una pauta concreta de rescate y después que lleven al niño/a al pediatra.

Conocer el número de crisis o de veces que tiene que utilizar el salbutamol, determina el tratamiento de fondo cuyo objeto es a su vez, limitar el número e intensidad de las crisis.

Las horas de sueño varía de un niño/a a otro/a, pero por norma general, un niño/a a los dos años debería dormir de 10 a 12 horas por la noche, de vez en cuando 1 o 2 horas por la mañana y 2 horas de siesta por la tarde.

La mayoría de los geles hidroalcohólicos no están testados en menores de dos años o incluso tres según el fabricante. A estas edades es recomendable que en lugar de utilizar gel hidroalcohólico, se le lave las manos a los niños/as con agua y jabón.

Si bien lo habitual es que la deambulación autónoma se produzca antes, los 18 meses son la edad en la que los pediatras nos preocupamos si el niño/a no camina solo. Cuando inicia la deambulación con apoyo (los primeros pasos) para ayudarlo lo correcto es sostener las manos para evitar que se caiga evitando que proyecte el peso del cuerpo hacia delante, esto se puede inciar hacia los 9-10 meses en función del desarrollo psicomotor de cada niño/a.

Para proteger del sol a un niño/a de 3 años sirve cualquier crema de factor 50. Esta se debe aplicar de forma frecuente, incluso las que son resistentes al agua. Estas últimas, si el niño/a permanece en el agua por más de 20 minutos, dejan de ser efectivas, por lo que pasado este tiempo se debería volver a aplicar la protección solar.

En cualquier caso, cuando se va a exponer a los niños/as al sol en verano, es mejor hacerlo en las horas no centrales del día, como a primera hora de la mañana o última de la tarde.

A los tres años de edad debería haberse adquirido una buena higiene del sueño, de no ser así, las normas básicas consisten en mantener un horario regular, no realizar actividades estimulantes inmediatamente antes o al acostarse, y desde dos horas antes, reducir los estímulos, evitando pantallas, poniendo las luces de casa lo más tenues posible… y en la medida de lo posible evitando ruidos en casa, especialmente en las inmediaciones de su habitación.

También ayuda realizar alguna actividad tranquila, como leer un cuento antes de irse a la cama. El ejercicio al aire libre por la tarde ayuda a que, por la noche, la melatonina actúe mejor.

En cualquier caso, si siguiendo estas normas básicas no hay descanso y sobre todo su ausencia repercute en la actividad diaria debe consultarlo con su pediatra.

La mayoría de las familias inician el proceso en los meses cálidos, momentos en que pueden compartir más tiempo con el niño/a. En cualquier caso, no hay una edad definida para la retirada del pañal como sucede con cualquier otro hito del desarrollo.

Para facilitarla, es bueno acostumbrarlo a sentarse en el orinal o si tiene un inodoro adecuado (aunque normalmente este proceso ya se habrá realizado para las deposiciones), explicarle que ya es mayor y por eso ya puede hacer como sus padres y no forzarlo si todavía no esté preparado para ello. El equilibrio consiste en evitar forzar si no está lo suficientemente maduro, y vencer la resistencia habitual de todas las personas a abandonar sus rutinas.

Para viajes largos con niños/as pequeños/as es aconsejable llevar un botiquín en el que se incluya:
– Suspensión de paracetamol para la fiebre.
– Sobres para preparar solución de rehidratación oral por si presenta vómitos o diarrea.
– Crema para las picaduras.
– Tiritas.
– Desinfectante de la piel.
– Crema de protección solar de factor máximo y filtro físico.

La Asociación Española de Pediatría recomienda la inmunización contra el rotavirus, aunque en la mayoría de las CCAA no está incluida en el calendario vacunal. Protege contra uno de los tipos de gastroenteritis más frecuentes y que causan más complicaciones.

La vacuna se administra por vía oral con una diferencia mínima de un mes entre una y otra, la primera dosis debe administrarse antes de los 3 meses de edad y la pauta se completa antes de los 6 meses. Debe estar terminada su administración alrededor de los 6 meses.

Normalmente el pediatra te recetará unas gotas de antibiótico en colirio si es bacteriana, ajustadas a su edad ya que no todas se pueden aplicar desde el primer dí­a.
Limpiar los ojos con lágrima artificial o toallitas oculares, ayuda a resolver el problema, además del tratamiento antibiótico.

Si bien es cierto que las necesidades de hierro aumentan a partir de los 6 meses , solo los grandes prematuros ( nacidos antes de la semana 32 de gestación o con peso menor de 1.500g) van a necesitar un suplemento de hierro.
En los bebés prematuros tardíos o en los nacidos a término, será suficiente con priorizar alimentos ricos en hierro al inicio de la alimentación complementaria (fundamentalmente carne).

Se puede lavar la ropa con jabón normal sin problema. No obstante, es mejor utilizar un detergente para ropa delicada.

Para la limpieza del hogar se pueden utilizar los productos habituales, teniendo cuidado de que no entren en contacto con el bebé, y almacenarlos fuera de su alcance.

Las causas de mal aliento o halitosis son múltiples, en los bebés en ocasiones son debidas a que se han introducido un cuerpo extraño en la nariz, pero hay otras múltiples causas, como el reflujo gastro esofágico, enfermedades infecciosas, metabólicas, etc. Si el mal aliento es persistente debería ser objeto de consulta con su pediatra.

La mayoría de los bebés tienen cierto arqueamiento fisiológico en las piernas. Se considera una parte normal del crecimiento de un niño/a y de su proceso de desarrollo.

Cuando empieza a andar, el arqueamiento se puede incrementar un poco, pero luego se empieza a corregir. En cualquier caso, un arqueamiento excesivo debe ser objeto de consulta.

Se debe tener en cuenta que los bebés a edades tempranas no mantienen la atención durante mucho tiempo. Lo ideal es proporcionarle un lugar de juego tranquilo, sin ruidos bruscos. Puede ser un buen momento para ofrecerles objetos cotidianos (limpios y no peligrosos) que estimulen sus sentidos. También se puede aprovechar para introducir a los bebés en la lectura a través de cuentos interactivos.

Los bebés comienzan a masticar con las encías, normalmente, con 6 o 7 meses. Estos empiezan a masticar mucho antes de tener muelas.

Se puede bañar a los bebés recién nacidos desde la caída del cordón umbilical, antes de esto, no es recomendable ya que es contraproducente para que el cordón se seque y caiga. Los baños no tienen por qué ser diarios para los recién nacidos, estos pueden producirse cada dos o tres días y se pueden dar solo con agua o con champú o gel específico para bebés.

Pese a que no se bañe al bebé, es importante lavarle los genitales y culo con una esponja suave, agua y jabón al menos una vez al día.

La trona y la silla de paseo son complementos de la movilidad cuyo uso no es recomendable hasta que el bebé pueda mantener la postura sentado, esto suele suceder a los 6 o 7 meses de vida. El balancín, en cambio, se puede utilizar a partir de los 2 o 3 meses. La hamaca, desde el momento del nacimiento del bebé y el parque no es aconsejable hasta los 7 meses de vida.

Con un año los bebés suelen dormir 10-12 horas por la noche, y 1 o 2 siestas, una por la mañana más corta 1 hora y otra por la tarde de 2 horas, pero esto es solo orientativo, ya que cada bebé tiene sus ciclos de sueño.

El bebé establece contacto visual con su madre desde el mismo momento de su nacimiento. Al principio es breve, porque le resulta difícil mantenerse concentrado, y aprecia mejor los bordes de las cosas que la parte central o los detalles. Un recién nacido puede concentrarse en objetos situados a 20 ó 30 cm de sus ojos y especialmente los contrastes blanco-negro. A los dos meses, los bebés comienzan a detectar diferencias entre las caras y sobre todo aumenta notablemente su capacidad para detectar los detalles. A esta edad, ya ha aprendido a esperar movimiento y reacciones en las caras conocidas.

En torno a los 3 meses, sus ojos comienzan a coordinar, a trabajar juntos para moverse y enfocar al mismo tiempo lo que permite ver en 3 dimensiones, es decir apreciar la profundidad de campo de manera que puede seguir objetos con la mirada. Entre los tres y los seis meses, el bebé será capaz de anticiparse a la trayectoria de un objeto además de seguirlo. En lo que se refiere a los colores, al mes de vida es es sensible al brillo o intensidad de un color, y a los cuatro meses responde ya a todo el espectro.

Los bebés suelen comenzar a darse la vuelta solos a los 3 meses. Con 10 meses ya deberían realizar algún movimiento autónomo (arrastrarse sobre los glúteos, rodar…). Entre los 11 y 13 meses, la mayoría ya gatean.

De todos modos, si se percibe algún movimiento considerado “fuera de lo común” es aconsejable grabar al bebé y enseñar el vídeo al pediatra.

Ante un estreñimiento ocasional se le puede poner un supositorio de glicerina para lactantes. Si sigue lactancia natural y aumenta bien de peso, a veces se recomienda Eupeptina, una cucharadita de tamaño café por la mañana y por la noche, son sales de magnesio y masajear el abdomen del bebé en el sentido de las agujas del reloj.

Si ya está en alimentación complementaria se le debe ofrecer agua y asegurarse de que el bebé se está alimentando bien.

La sedestación consiste en aprender a sentarse solos. En la mayoría de los casos, esto ocurre a partir de los 6 meses de edad, pero en algunos niños/as puede ocurrir antes o después sin que ello signifique que existe un problema, si bien en el control de salud se revisa que los bebés alcancen determinados hitos del desarrollo psicomotor en función de la edad, así en el control de los 9 meses de edad, no tener una sedestación autónoma debe ser evaluado cuidadosamente por el pediatra.

La erupción dentaria produce enzimas inflamatorios en la saliva, que pasan al intestino y pueden provocar irritación perianal.
Para aliviarla conviene utilizar en el área del pañal una formulación en pasta al agua y mantener la zona lo más seca posible.

Durante un catarro o gripe es importante que el bebé lleve una dieta bastante líquida para conseguir que el moco no sea muy espeso y se pueda tragar con facilidad. Antes de acostar al bebé se le deben hacer lavados nasales e incorporarlo en la cuna.

Si está muy intranquilo o tiene llanto constante, al margen de administrar un analgésico (paracetamol) debería consultar con su pediatra.

Los dermatólogos pediátricos recomiendan no exponer al sol a los niños/as menores de seis meses. Después, de los seis meses al año la exposición al sol ha de hacerse con moderación y con un uso puntual de las cremas solares, sólo en las zonas libres de ropa.

En el resto de los casos se debe evitar la exposición entre las 11.00 horas y las 17.00 horas y utilizar cremas de protección solar para ir a la playa. Por otro lado, la Academia Americana de Pediatría recomienda cremas solares con factor de protección físico, es decir, formuladas con óxido de zinc o dióxido de titanio, considerados menos irritantes. La aplicación debe ser puntual, en las zonas donde la ropa no protege del sol: cara y manos. La piel tiene memoria.

El protector más sencillo y eficaz es la sombra y la ropa. La sombra de un día nublado no protege ya que los rayos ultravioletas la atraviesan y un bebé puede quemarse en unos 10-15 minutos.

Los espasmos del sollozo no tienen significado patológico. Ante su presencia el cuidador debe mantener la calma, hablarle con tranquilidad, observándolo y esperar a que ceda espontáneamente.

El término ictericia quiere decir coloración amarilla de la piel. Se produce por la acumulación excesiva de un pigmento de la sangre, llamado bilirrubina y que se origina por la destrucción de los glóbulos rojos. En los recién nacidos, la ictericia puede considerarse normal (fisiológica) si se mantiene dentro de ciertos límites y no dura más de unos pocos días o semanas.

Lo más habitual, con mucho, es que aparezca a partir del segundo día de vida y que el bebé sea dado de alta de la maternidad con la simple recomendación de seguimiento por su pediatra en los controles de salud. Esta ictericia no debe ser causa de problemas salvo que alcance cifras muy elevadas en cuyo caso debe tratarse con exposición a la luz (fototerapia).

En cualquier caso, si la ictericia es muy acusada, su pediatra le pedirá la analítica correspondiente para descartar la necesidad de fototerapia. Hay otras situaciones en las que la ictericia puede ser producida por enfermedades. Generalmente en estos casos, la coloración amarilla de la piel aparece en las primeras 24 horas de vida y suele detectarse ya en la maternidad, antes del alta, donde necesitarán recibir tratamiento, en algunos casos de la enfermedad causal y casi siempre de la propia ictericia .

La costra láctea se produce a causa de un desequilibrio del sebo, que se resuelve por sí solo con el paso de los meses.

En los casos más acentuados, la vaselina salicílica a una concentración adecuada prescrita por su pediatra suele ofrecer buenos resultados. También hay formulaciones comerciales. En cualquier caso consulta con su pediatra.

Las pequeñas ampollas, similares a quemaduras, en los labios de los bebés reciben el nombre de callos de succión. Estos son muy habituales en bebés alimentados mediante lactancia materna. No necesita tratamiento, la piel irá secando y la ampolla desaparece.

Se puede aplicar vaselina para que los labios del bebé estén bien hidratados y los callos no le molesten. De todos modos, para estar seguros de que se trata de un callo, es aconsejable llevar el niño/a al pediatra.

En principio las hernias umbilicales, a menos que sean muy importantes, no es necesario operarlas pues lo habitual es que se vayan cerrando poco a poco hasta los 4 años.

La operación es sencilla pero el consejo es esperar a menos que el pediatra diga lo contrario porque le parece demasiado grande.

Generalmente las fracturas y más cuando son de tallo verde solo suelen doler los primeros días por reacción del periostio, que es la membrana que recubre el hueso. Por lo que a las tres semanas el dolor cesará.

Si el corte o la herida es pequeño este no debería tardar mucho tiempo sin cicatrizar, ya que la piel de los niños cicatriza rápido. En la farmacia se pueden encontrar apósitos con forma dedal que pueden ayudar en caso de que la herida se ubique en los dedos o, si no se puede utilizar una gasa con esparadrapo, que es más adhesivo.

No es recomendable poner pendientes a los bebés, ya que estos no dejan de ser piercings y favorecen futuras alergias al níquel, componente presente en todos los pendientes independientemente de la calidad de estos.

Los niños que aún no caminan, no necesitan zapatos y si están aprendiendo, lo mejor es que lo hagan sin zapatos, sobre todo en una superficie cómoda, que no represente un riesgo. En cualquier caso, de utilizarlos, no deben tener la suela dura ni tobillera, y evitar que sean rígidos o que tenga taco, además de ser muy transpirables.

La experiencia del baño es en la mayoría de los casos muy confortable para los bebés, aunque puede parecer que están nerviosos. Se debe realizar en un ambiente de termoneutralidad (agua a unos 36ºC) y protegerlo adecuadamente sosteniendo la cabeza y espalda. Habitualmente tras el baño se produce una ligera somnolencia que hace que el momento más aconsejable para hacerlo sea antes de acostarlo.

Los bebés durante los primeros años de vida pueden tener molestias digestivas casi a diario, a causa de los cólicos u otros problemas.

Para reducirlas al máximo, lo ideal es ofrecer una dieta adecuada, (lactancia materna preferible a cualquier otra), ayudar a extraer los gases, manteniendo incorporado al bebé unos minutos tras las tomas y con golpecitos suaves en la espalda, por ejemplo.

Si le cuesta evacuar las heces, los masajes abdominales en el sentido de las agujas del reloj pueden ayudar a la correcta evolución del tránsito intestinal.

Cualquier bebé con sintomatología de irritabilidad o llanto con o tras las tomas, o a cualquier hora del día, debe ser evaluado por un pediatra en busca del origen de ese malestar, no dando por hecho de entrada que se trate de cólicos del lactante, aunque sí es lo más frecuente.

Desde los 15 días de vida se puede llevar a los bebés a la piscina climatizada, pero tiene que ser una piscina que tenga muy controlada la calidad del agua e idealmente higienizada con cloración salina. Dada la sensibilidad de los bebés en su primer mes de vida a la hipotermia, las piscinas no climatizadas no son adecuadas.

Los primeros dientes suelen salir entre los 6 y los 12 meses y, casi siempre, son los incisivos inferiores (los de delante y en el centro, abajo). No hay reglas fijas, como en tantas otras cosas del desarrollo del niño/a. Algunos niños/as pueden estar molestos y con ansias de morder.

Es importante recordar que es un hecho normal en el desarrollo del niño/a y no debería ser objeto de consulta, si bien en las revisiones del programa del niño/a sano/a el equipo de pediatría seguramente le anticipe este hecho y su manejo. En general de noche, si está muy molesto se le puede administrar una dosis de paracetamol, y por el día si pese a los estímulos de la vida diaria lo notan muy incómodo, mordedores o el chupete enfriados en la nevera en contacto directo con la encía deberían ser suficientes. No se deben aplicar geles sobre las encías.

Los cuadros catarrales de repetición son muy frecuentes en los primeros años de vida, cuando el niño está formando su inmunidad y suelen desaparecer progresivamente sin dejar secuelas.

No obstante, siempre debe descartarse la presencia de un cuadro de asma o de cualquier alteración favorecedora de los mismos.

Se debe desparasitar a la mascota siguiendo las indicaciones del veterinario. Nunca se debe dejar al bebé solo con la mascota sin supervisión directa.

Para ayudar al bebé a expulsar los gases por vía oral conviene que tras las tomas, momento en que mayor parte de aire pasa al estómago, se le incorpore durante unos minutos, en posición sentada sobre nuestras piernas, y levemente inclinado hacia delante, o posición erguida sobre nuestro hombro, y dar palmaditas suaves en su espalda puede ayudar.

Cuando los gases ya han pasado a los intestinos, los masajes abdominales en el sentido de las agujas del reloj, que son útiles también para ayudarles a defecar, ayudan al aire a transcurrir por el colon para ser eliminados, (más fácil con las piernas flexionadas sobre el abdomen).

Durante esta etapa el niño/a suele pasar por un proceso de socialización y separación de la madre que, en ocasiones le provoca llanto, preocupación, irritabilidad y pérdida del apetito.

Es recomendable ir acostumbrando al niño/a a la escuela infantil dejándolo menos tiempo al principio e ir alargando la estancia a medida que pase el tiempo. Casi todas las escuelas infantiles tienen un protocolo al respecto.

Casi todos los bebés en un momento u otro, utilizan la mordida como medio de exploración, ya que en los primeros meses de vida la boca es la principal forma de estimulación táctil. Se trata de algo normal en el desarrollo de las habilidades de la boca, que les permite posteriormente ser capaces de tomar alimentos sólidos.

Durante este tiempo los niños/as se llevan todo a la boca y lo chupan, como forma de exploración del entorno. Posteriormente, realizan otros movimientos con los labios o la mordida con las encías, para investigar. No obstante, en algunas situaciones lo realiza como respuesta a algo, como puede ser dolor o incomodidad, para ver la reacción de su madre…

Cuando un niño/a muerde a un tercero (por ejemplo la madre cuando lo amamanta) le produce dolor y esta información hay que transmitírsela al bebé, bien cambiando la expresión del rostro (de sonrisa a enfado), negando la acción cambiando el tono de la voz, etc. En general los bebés lo entenderán y no reiterarán la acción ya que tiene un refuerzo negativo.

Para no tener que despertar al bebé para cambiarlo durante la noche, se puede probar a poner un empapador debajo para no tener que cambiarlo y que no se desvele. De todos modos si el volumen de orina del bebé es desmesurado puede que sea necesaria una exploración pediátrica.

La mayoría de los niños/as desarrollan un patrón de sueño normal sin ninguna clase de ayuda, al igual que la gran mayoría aprende a caminar sin entrenamiento de ningún tipo. Durante los primeros 6 meses de vida los bebés se despiertan a menudo. Lo más probable es que sea para asegurar que se les alimente con frecuencia puesto que su crecimiento es muy rápido.

En general, los bebés que toman el pecho tardan más tiempo en establecer un patrón de sueño prolongado durante la noche, pero las tomas nocturnas son muy útiles para favorecer la prolongación de la lactancia materna, y debemos recordar que la Organización Mundial de la Salud recomienda la lactancia natural en exclusiva hasta los 6 meses de vida. Aquellos alimentados con fórmula artificial, posiblemente hagan pausas nocturnas más largas. Este es el modelo natural de desarrollo del ser humano.

Si el bebé se despierta y llora es preferible calmarlo primero en brazos, antes de devolverlo a la cuna, con gestos tranquilos. Siempre se debe atender al llanto del bebé. No hacerlo puede tener efecto perjudicial para el desarrollo del apego entre el bebé y sus progenitores.

Es importante conocer que al nacer, la punta de las uñas suele estar adherida a la piel del dedo lo que provoca que sea muy difícil cortarlas durante los primeros días sin que se haga una herida. Por ello es adecuado retrasar como mínimo, el primer corte con tijera de las uñas a los 15 o 20 días de vida. Mientras se puede emplear una lima fina de uñas (aunque resulta difícil conseguirlo, ya que las uñas son muy blandas).

Pasados esos primeros días se empleará una tijera pequeña de punta roma, cortándose las uñas siempre de forma recta y sin dejar picos en las esquinas que puedan provocar arañazos o que se claven en la piel del dedo. Posteriormente se puede repetir, cuando los padres las vean largas.

Hoy en día, en casi todos los casos, se sabe por anticipado con qué peso y con qué edad gestacional (si es cuando le corresponde, antes o después) va a nacer un bebé, con lo que la elección de la talla de ropa se facilita.
No obstante, para hacerse una idea, un bebe nacido a término (entre las 37 y 42 semanas de edad gestacional) pesará entre 2,5 y 4,5 kg, medirá entre 46 y 54 cm y tendrá un perímetro cefálico de entre 32 y 37 cm. Las medias son:
– Peso medio 3,5 kg.
– Talla media 50 cm.
– Perímetro cefálico medio 35 cm.

Las regurgitaciones son frecuentes en los primeros meses de vida y habitualmente no requieren ninguna intervención médica, cuando producen síntomas (llanto importante, vómitos, extensión del tronco, o afectan al crecimiento) se debe consultar con el pediatra que valorará la intervención adecuada. Independientemente de ello, algunas medidas sencillas pueden ayudar:
– Elevar la cabecera de la cuna unos 10-20 cm para evitar los episodios de reflujo cuando esté durmiendo.
– Mantener erecta y quieta durante 5-10 minutos después de cada toma.

La plagiocefalia postural es una deformidad de la cabeza de los bebés causada por la presión que reciben al estar permanentemente apoyados en el mismo sitio. A raí­z de las recomendaciones realizadas hace unos años de que los bebés debí­an dormir boca arriba para evitar la muerte súbita del lactante, su incidencia ha aumentado mucho.
Para evitarla son necesarios los cambios posturales para modificar el punto de apoyo, siempre respetando el consejo de que no deben posicionarse boca abajo.
Si se nota que el bebé tiene la cabeza deformada, debe consultarse al pediatra que debe descartar que esta deformidad sea debida a otras causas patológicas, como la tortí­colis congénita o al cierre precoz de suturas craneales.

La normativa de seguridad indica que en el grupo 0 (hasta 10kg aproximadamente), las sillas se colocan en sentido contrario a la marcha. En caso de los capazos deben colocarse en los asientos posteriores, en posición horizontal y transversal a la marcha, idealmente en los asientos traseros.

Hasta la caída del cordón umbilical es mejor no cubrir el ombligo con el pañal. Una vez cae el cordón y cicatriza la herida, no hay problema en tenerlo tapado.

La posición más adecuada es el decúbito supino, (tendido boca arriba). Se debe evitar tapar al bebé por encima de los brazos y no se deben poner juguetes o almohadas en su cuna. El exceso de abrigo también debe evitarse.

Solo es necesario cubrir la cabeza del bebé cuando no está a la sombra o si hace mucho frío. Si es época de verano y el bebé está a la sombra, el gorro no sería necesario.

Durante los primeros meses de vida es normal que los bebés adopten el balanceo para conseguir dormirse. Lo único que se debe hacer en estos casos es colocar protectores en los barrotes de la cuna para evitar que se hagan daño.

A esta edad el mejor estímulo es coger al bebé y hablarle o cantarle suavemente y de cerca.
Cualquier ruido, color, luz…todo son estímulos por lo que no se requieres una estimulación excesiva. Con comunicarnos con ellos es suficiente. A medida que bebé madure, será más sencillo comunicarse con él, hacia los dos meses o antes, comienzan a vocalizar y tener sonrisa social. Los sonidos armónicos no estridentes, suelen gustarles. Para la estimulación motriz es muy favorable el movimiento libre (dejar al bebé en una mantita en el suelo y dejarlo jugar, sentarse, girarse ,etc.).

Otra actividad estimulante es la piscina, pero extremando las precauciones, siempre bajo supervisión directa y con el agua a una temperatura adecuada.