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Nutrición de la mamá

Embarazo

Debería limitarse o abstenerse de consumir alimentos crudos o embutidos caseros. Sin embargo estos productos a nivel industrial son seguros desde el punto de vista sanitario.

En principio se puede comer cualquier queso manufacturado ya que todos ellos han sido sometidos a un proceso de pasteurización en su elaboración. Los quesos artesanales, por otro lado, no han pasado por el mismo proceso por lo que hay que extremar las precauciones.

A día de hoy se considera que no hay suficientes datos a favor de las dietas restrictivas que, además podrían ser inadecuadas desde un punto de vista nutritivo. La recomendación actual es que la madre realice una dieta libre, sin restricciones tanto durante la gestación como durante la lactancia.

El yodo está indicado en el embarazo como aporte esencial para el desarrollo del feto. La tolerancia oral es un factor individual aunque esta medicación no suele dar grandes problemas, se aconseja su ingesta.

Durante el embarazo se desaconseja consumir pescados y mariscos crudos, pero si estos están cocinados, no habría problema.

Durante el embarazo se puede consumir miel pero de forma controlada porque tiene un alto índice glucémico y podría contribuir al desarrollo de trastornos del metabolismo del azúcar durante el embarazo.

Existen infusiones que no se deben tomar durante el embarazo, ya que parte de los principios activos pasan a la sangre de la madre y son absorbidos por el feto. De este mismo modo, están permitidas durante el embarazo la manzanilla, el anís verde, el jengibre para las náuseas (solo en el primer trimestre) y las que se utilizan como especias en la alimentación. Aún así las infusiones deben consumirse de forma moderada.

Se puede consumir foie durante el embarazo siempre que sea de procedencia conocida y de calidad, y teniendo en cuenta su aporte calórico que es muy elevado.

Las comidas que ya vienen preparadas suelen tener más grasas y contienen aditivos no siempre idóneos. La ingesta de fideos no debe suponer ningún problema siempre que sea de forma puntual dentro de una dieta diversificada.

Los productos cárnicos de cerdo no elaborados pueden estar contaminados por un parásito denominado toxoplasma gondi, este es el causante de la toxoplasmosis que, aunque en los adultos es una enfermedad leve, en una mujer embaraza puede ocasionar problemas muy graves en el feto.

Para evitar este problema se recomienda cocinar las carnes a temperaturas superiores a los 67 ºC (es conveniente usar un termómetro para carne para asegurarse de que se alcanza esta temperatura en el centro del producto)., evitar el consumo de carnes o derivados cárnicos no sometidos a tratamiento térmico, lavar bien con detergente los cuchillos y utensilios empleados en la preparación de carne cruda, lavar cuidadosamente las frutas y verduras que van a consumirse en crudo, evitar el manejo de tierra o arena sin guantes, y si tuviese gato retirar sus heces diariamente y lavar y desinfectar la caja para arena, utilizando guantes para ello y lavando bien las manos con agua y jabón después de hacerlo.

Una vida sana, una hidratación adecuada y una alimentación equilibrada, pueden ayudar siempre que se tengan mareos o falta de energía a consecuencia de la tensión baja.

La dieta debe ser baja en hidratos de carbono, o al menos tener un índice glucémico bajo. En la dieta se deben incluir muchas verduras, carnes, pescados y fruta moderada. Consumir preferentemente pasta y cereales integrales, y pan con cereales o elaborado a partir de masa madre para evitar un índice glucémico alto. Evitar, en la medida de lo posible, alimentos que tengan azúcares de absorción rápida.

Una dieta variada, completa, evitando estimulantes y tóxicos:

  • Pan, cereales, arroz y pasta (el conjunto de todos ellos) no debería exceder las 6-7 raciones al día.
  • Leche, yogur y queso (2 – 3 raciones al dí­a)
  • Fruta (de 2 – 4 raciones al dí­a)
  • Grasas, aceites y dulces (muy de vez en cuando)
  • Carne, aves, pescado, alubias, huevos y nueces (de 5 – 7 raciones al dí­a)
  • Verduras (comer de 3 – 5 raciones al dí­a)

Se estima que en el último trimestre del embarazo las necesidades proteicas se incrementan en unos 25g/dí­a, respecto a tus necesidades fuera del embarazo. Esta ración extra de 25 g se puede conseguir con 150g de pescado o con 125g de magro de ternera.

El café es un estimulante por la cafeína que contiene pero también cuenta con bastantes efectos beneficiosos, euforizantes, etc. Por todo ello se puede consumir durante el embarazo en dosis moderadas ( no más de 300 mgr de cafeína al día). Evitar hacerlo después de comidas principales pues entorpece la asimilación del hierro.