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Cuidados del bebé

Segundo año

Si el bebé tiene bultitos tras la oreja puede que se trate de adenopatías o lipomas subgaleales. En el primer caso es habitual si han tenido algún tipo de infección de las vías respiratorias. Si el tamaño es pequeño, no son dolorosos y la piel no está inflamada y caliente, no es objeto de preocupación, se le puede comentar al pediatra en el contexto de una consulta por otro motivo.

El objeto de la alimentación es nutrir adecuadamente al niño/a, y la evaluación se realiza a través del control del crecimiento en peso y talla, si no hay cambios significativos en las curvas de crecimiento respecto a los controles previos y si sus valores se sitúan en la normalidad, no es necesario estimular el apetito. Comer en familia puede ayudar a que el niño/a ingiera más cantidad de alimentos, ya que los niños/as copian lo que ven en los adultos.

Otra forma de incitarlo a comer más es hablar con él y hacerle entender los beneficios de una buena alimentación (tener más energía para jugar…), ya que lo relevante no es incitarlo a comer más sino a comer aquellos alimentos necesarios para una nutrición adecuada (verduras, frutas, pescado…).

La ropa de baño más aconsejable a estas edades es aquella que cubra gran parte del cuerpo del niño si se va a exponer al sol, además de utilizar cremas de protección solar con factor +50 y renovarlas siguiendo las instrucciones del fabricante. Si el bebé se va a bañar en las horas de menos sol y con un protector solar adecuado y aplicado con la frecuencia suficiente, no es necesario que la ropa de baño sea demasiado cubierta.

Cuando el niño se muerde las uñas lo único que se puede hacer es insistir mucho en que no debe hacerlo. No es aconsejable aplicar tóxicos en los dedos pues pueden ser peligrosos para la salud del niño/a.

Si lo ha tomado previamente, es más probable que el problema sea de palatabilidad (no le gusta) que de tolerancia, o simplemente rechazo como un método de autoafirmación. La opción de tomar el fármaco vía rectal es siempre el último recurso, la vía natural de tomar las medicinas es la vía oral.

Durante los trayectos en medios de transporte, para evitar mareos, se debe evitar que el niño/a esté mirando cuentos o juguetes de cerca. Se debe intentar que mire en todo momento hacia adelante y que se centre en un punto lejano. Si es posible, es beneficioso que se siente al niño/a en el asiento central para que pueda ver a través del parabrisas delantero y se centre en esa vista. También se le debe dar jarabe anti-mareos antes de cada viaje, explicándole que es beneficioso para que no se encuentre mal durante el trayecto.

Una de las causas del mal olor de boca es la rinitis continuada (mocos). Si fuese el caso, sería conveniente consultarlo con su pediatra.

Los orzuelos aparecen porque los poros que desembocan en los bordes de los párpados se tapan, y las glándulas entonces se inflaman al no poder drenar su contenido. Para el tratamiento de los orzuelos debes consultar con el pediatra, ya que en ocasiones el aspecto es indistinguible a simple vista del chalazion y el tratamiento es diferente.

Básicamente esto se debe a que el pelo se enreda y al intentar cepillarlo tira del cuero cabelludo y produce una sensación molesta. La mejor forma de evitarlo es cepillarlo a diario y aplicar un acondicionador para niños/as y utilizar un cepillo anti-tirones.

Que los niños/as se lleven todo a la boca a esta edad es normal. La boca es donde tienen más sensibilidad y a través de ella es como exploran su entorno. Hay que distraerlos para evitar que lleven cosas tóxicas y ponerlas lejos de su alcance. Con el resto de objetos, asegurarse que están en condiciones higiénicas adecuadas.

Durante el primer año de vida, especialmente en los primeros meses los bebés crecen a un ritmo muy superior al de cualquier otra etapa de la vida (doblan el peso en cuatro meses), por ello cuando el ritmo de crecimiento fisiológico disminuye hacia el final del primer año, el apetito ya no aumenta como antes y las familias se preocupan, de ahí la importancia de realizar el seguimiento del crecimiento para verificar que se mantiene en los percentiles previos, y que por tanto el descenso del apetito es el esperable.

Si el niño/a camina siempre de puntillas es objeto de consulta con el pediatra, si lo verifica, en función de las características de la deambulación, podría ser necesario consultar con un ortopeda o neuropediatra.

Dado que los bebés a esta edad se destapan constantemente y no hay forma de evitar esto, es aconsejable ponerle un pijama adecuado a la temperatura de cada momento del año, en líneas generales en el segundo año de vida, la sensación térmica del niño no difiere especialmente de la de los padres.

Es recomendable que el niño/a lleve ropa que le cubra la mayor parte del cuerpo posible en función de la temperatura del ambiente.

Según reza en la actualidad (2022) en la página del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría, se recomienda la vacunación frente a los serotipos A,C,W e Y con dos dosis: la primera a los 12 meses de edad y la segunda a los 12-14 años de edad, con un rescate progresivo hasta los 18 años en los no vacunados.

Si el niño/a está estreñido es aconsejable ofrecerle frutas y verduras a trozos, sin triturar y en cada comida. Además, se debe darle pan integral y cereales. Si está empezando a utilizar el orinal, se recomienda sentarlo 5 minutos, tras cada comida principal. Para que el niño/a esté hidratado, hay que darle abundante agua y evitar el exceso de leche. Si esto no es suficiente se le puede dar un laxante a base de polietilenglicol.

Si el niño/a tiene diarrea es aconsejable darle una dieta astringente e hidratarle con suero hiposódico.

La causa más frecuente de las hemorroides es el estreñimiento, habría que revisar la alimentación con su equipo de pediatría. Para la hemorroide hay diferentes tratamientos, es mejor hacerlo con supervisión facultativa. Además, si el bebé sufre de este problema, se le puede dar algún factor prebiótico durante una semana.

A los dos años es normal que los niños/as no se quieran dormir y tengan pataletas debido a la frustración de no conseguir lo que quieren. Durante el curso escolar es importante establecer una rutina de baño, cena y momento de relajación de forma pautada y, de ser posible, hacerlo cada día más temprano. Los niños/as pequeños necesitan tener rutinas muy marcadas.

Si de todos modos el niño/a tarda mucho en dormirse, llegando a ser esto un problema, se puede solicitar al pediatra algún producto natural con melatonina.

Si el niño/a presenta conducta rebeldes o una actitud inapropiada es muy importante establecer unos límites claros y explicarle el motivo de estos límites de forma reiterada para no crear confusión en el niño/a. Es esencial pactar previamente cuales son las conductas adecuadas o inadecuadas entre los familiares, para evitar mensajes equívocos.

El salbutamol es un broncodilatador que se utiliza cuando un paciente tiene obstrucción bronquial. Los pacientes que sufren este problema deberían tener instrucciones por escrito de como proceder cuando el niño/a tiene dificultad respiratoria, en general les dirán que apliquen salbutamol siguiendo una pauta concreta de rescate y después que lleven al niño/a al pediatra.

Conocer el número de crisis o de veces que tiene que utilizar el salbutamol, determina el tratamiento de fondo cuyo objeto es a su vez, limitar el número e intensidad de las crisis.

Las horas de sueño varía de un niño/a a otro/a, pero por norma general, un niño/a a los dos años debería dormir de 10 a 12 horas por la noche, de vez en cuando 1 o 2 horas por la mañana y 2 horas de siesta por la tarde.

La mayoría de los geles hidroalcohólicos no están testados en menores de dos años o incluso tres según el fabricante. A estas edades es recomendable que en lugar de utilizar gel hidroalcohólico, se le lave las manos a los niños/as con agua y jabón.

Si bien lo habitual es que la deambulación autónoma se produzca antes, los 18 meses son la edad en la que los pediatras nos preocupamos si el niño/a no camina solo. Cuando inicia la deambulación con apoyo (los primeros pasos) para ayudarlo lo correcto es sostener las manos para evitar que se caiga evitando que proyecte el peso del cuerpo hacia delante, esto se puede inciar hacia los 9-10 meses en función del desarrollo psicomotor de cada niño/a.

La mayoría de las familias inician el proceso en los meses cálidos, momentos en que pueden compartir más tiempo con el niño/a. En cualquier caso, no hay una edad definida para la retirada del pañal como sucede con cualquier otro hito del desarrollo.

Para facilitarla, es bueno acostumbrarlo a sentarse en el orinal o si tiene un inodoro adecuado (aunque normalmente este proceso ya se habrá realizado para las deposiciones), explicarle que ya es mayor y por eso ya puede hacer como sus padres y no forzarlo si todavía no esté preparado para ello. El equilibrio consiste en evitar forzar si no está lo suficientemente maduro, y vencer la resistencia habitual de todas las personas a abandonar sus rutinas.