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Las rabietas: qué hacer cuando aparezcan

Las rabietas o berrinches en los bebés son episodios habituales y normales en su desarrollo evolutivo.

Los motivos que existen para que un bebé experimente una rabieta son muy variados: no es capaz de comunicarse eficazmente, quiere algo en ese momento y no quiere esperar, intenta hacer algo y no lo consigue, etc. En estos momentos, la calma será la mayor aliada. Llevar esta situación con paciencia y tranquilidad, será la mejor manera de solventar el enfado de tu pequeño/a.

Te contamos un poquito más sobre cómo puedes ayudarlo/a y cómo actuar. ¡Sigue leyendo!

¿Por qué se generan las rabietas de los más pequeños/as?

Las rabietas son la forma que tiene tu bebé de expresar un enfado o frustración ante alguna situación o ante la falta imposibilidad de comunicación, y debes tener en cuenta que son parte de su crecimiento y debe aprender a gestionar y a afrontar esa frustración poco a poco.

Cuando tu bebé todavía es muy pequeño, probablemente sus berrinches sean porque está cansado, porque tiene hambre, está incómodo o porque simplemente quiere llamar tu atención. Cuando llega al año de edad, quiere tener más independencia y más control sobre todo, por lo que a veces se puede sentir impotente al no conseguir lo que busca. Seguro que la frase “ya puedo yo solo” te suena y tras ella viene un instante de frustración por no ser capaz de realizar lo que quiere solo/a.

Lo primero, es importante entender que las rabietas forman parte del desarrollo normal de los niños entre los dos y los cinco años, aproximadamente, por lo que lo habitual es que todos los niños las experimenten. Existen momentos o situaciones comunes a todas las etapas de su crecimiento y otras más específicas, y esta es una de ellas. Pueden darse en forma de llanto, gritos, golpes a sí mismo, aguantarse la respiración, agredir a otros, etc.

Algunos motivos por los que tu hijo/a crea un berrinche

No quiere irse a la cama. Lo que tu bebé quiere es seguir jugando, por lo que el momento de irse a dormir se puede volver un poco complicado.

La comida no le gusta. La alimentación a veces puede resultar desesperante porque tienen fases en las que no quiere probar la comida y se enfada.

No es capaz de hacerse entender. Sobre todo, cuando todavía son muy pequeños y su lenguaje no está muy desarrollado.

El sueño y el hambre. Los más peques necesitan más horas de sueño que un adulto y en el caso de la comida, a veces pueden estar tan entretenidos que se les pasa por alto la sensación de hambre. En este caso, las ganas de dormir o de comer, pueden presentarse en forma de lloros y enfado.

Cómo actuar frente a las rabietas: consejos básicos

El objetivo que debes tener es que tu hijo/a aprenda a enfrentarse a situaciones que pueden ser frustrantes o que le puedan enfadar. El aprendizaje emocional es algo que tienen que ir desarrollando poco a poco a medida que se van haciendo mayores y con tu ayuda les resultará mucho más fácil.

Lo primero que debes tener en cuenta es que la calma y la tranquilidad son necesarias en todo momento.

Durante la rabieta no quiere escuchar, por lo que es preferible esperar sin que perciba tus nervios. Cuando esté calmado/a podrás atenderlo. Puede parecer que no quiere que lo ayudes, pero suele necesitar tu apoyo. Trata de no agarrarlo ni abrazarlo si no es lo que quiere, ya que puede ponerse más nervioso.

Intenta no menospreciar lo que le está ocurriendo, ya que tu hijo/a es el primero que lo sufre, y trata de no compararlo/a con otros niños/as.

Aunque la situación os irrite a ambos, debes transmitirle a tu hijo/a firmeza y hacerle entender que lo que está haciendo no es lo correcto.

Por ejemplo, ante una negativa por su parte hacia una norma que tú le has dado, es posible que tenga una pataleta. En esa situación debes esperar e intentar que se calme para después dialogar. Valida su emoción, hazle sentir que no tiene nada de malo lo que ha pasado, pero explícale tu decisión, qué hizo mal y por qué no debe comportarse de ese modo. A veces es interesante que le ofrezcas alternativas.

Los cuentos como ayuda para gestionar las rabietas

Los libros son una buena herramienta con la que mostrar y explicar lo que ocurre cuando se produce una rabieta. A través de sus ilustraciones y vivencias de los personajes, puedes ayudar a tu hijo/a a entender cuándo y por qué se enfada y, sobre todo, cómo actuar ante esas situaciones.

Te dejamos algunos cuentos muy interesantes que puedes utilizar:

  1. La rabieta de Julieta (Steve Antony)
  2. La cola del dragón (Mireia Canals Botines)
  3. El cojín de Martina Repentina (Ester Llopis Meneu, Josefa María Costa Fornés)
  4. ¡No me dejan hacer nada! (Thierry Robberecht)
Artículo escrito en colaboración con AGaEP, la Asociación Galega de Enfermaría Pediátrica.
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