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Receta de tortilla con calabacín y zanahoria

Las verduras son un alimento un poco rebelde en la alimentación de los más pequeños/as, por eso hay recetas muy fáciles y sabrosas que te ayudan a incorporarlas en las comidas.

El calabacín tiene muchas propiedades beneficiosas para nuestra salud entre las que encontramos un gran aporte de agua, vitaminas y fibra, por lo que es muy bueno para el estreñimiento y el tránsito intestinal. De hecho, aunque al principio a los más peques es más fácil introducirlo sin piel, es bueno dejarla ya que ahí están la mayoría de sus nutrientes.

Y en el caso de la zanahoria, es un alimento con potasio, que ayuda a mantenernos activos, su fibra permite combatir el estreñimiento también y protege el corazón manteniendo las arterias libres de placas que obstaculicen el flujo sanguíneo. Además, ¿sabías que sus vitaminas ayudan a cuidar la vista?

 

Preparación de la tortilla con calabacín y zanahoria

¿Preparado/a para la receta?

Empezamos pelando y cortando en trocitos muy pequeños el calabacín y la zanahoria. Puedes ir echándolos en un bowl para que tu hijo/a los mezcle con las manitas.

En una sartén con AOVE pocha las verduras y añade sal. Al poco tiempo incorpora el ajo muy bien picadito y déjalas hacer hasta que suelten todo el agua.

En otro recipiente puedes ir batiendo los huevos (¡pídele ayuda a tu peque para cascar los huevos juntos!). Cuando tengas todo bien batido incorpora las verduras y mezcla.

Echa todo de nuevo en la sartén y cuando esté uno de los lados hechos, dale la vuelta con la ayuda de una tapa o plato. Deja que se dore un poquito, retiramos, dejamos enfriar un poco y ¡a emplatar!

TIP: Si quieres que la tortilla quede más esponjosa, puedes separar las claras y las yemas de los huevos y montar (un poco) a punto de nieve las claras. A continuación, mezcla todo con movimientos envolventes.

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