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Etapas del embarazo

Tercer trimestre

En el último trimestre y sobre todo a partir de los 8 meses, (36 semanas) de gestación, no es recomendable viajar en avión por el riesgo de parto prematuro.

Los infecciones cutáneas por hongos pueden presentarse siempre y son más frecuentes en momentos de debilidad o de estrés, como podría ser un embarazo.
Para tratarlos, según su localización e intensidad, se puede esperar a después del parto.
Si son hongos vaginales entonces sí sería conveniente tratarlos para evitar que la infección produzca contracciones.

El sobrepeso nunca es bueno, tampoco durante el embarazo, sobre todo al final del mismo, cuando se está muy pesada; puede darse con mayor frecuencia problemas con el azúcar o con la tensión arterial.
Se recomienda hacer una dieta sana con muchos vegetales y hacer ejercicio, como caminar cada día mínimo media hora, evitar los dulces y las grasas para que el peso no suba más de lo adecuado.

Los tactos vaginales en una mujer con contracciones aporta información sobre las características de la pelvis, cuello del útero, presentación fetal y estado de la bolsa amniótica. Solo se deben hacer los estrictamente necesarios para evitar el riesgo de infecciones sobretodo en mujeres con bolsa amniótica rota.

Esta mancha recibe el nombre de cloasma gravídico. Su origen es hormonal. Cuando aparece se recomienda usar protección solar, reducir la exposición al sol y utilizar pamelas o sombreros para dar sombra a la cara.

Básicamente se puede ir a la piscina durante todo el embarazo a excepción de los últimos días. Cuando la mujer expulsa el tapón mucoso que protege la entrada del útero (esto ocurre los días próximos al parto), ahí sí que no es aconsejable. Hasta ese momento, sí.

La hinchazón de pies y tobillos son una molestia frecuente durante el embarazo. Suele darse especialmente durante la semana 23 o 24 de gestación. Está provocada por factores homonales que aumentan la retención de líquidos. Sin embargo, es recomendable que lo consultes con tu ginecólogo para descartar hipertensión o presencia de proteínas en la orina.

A partir de la semana 38 en teoría el embarazo está terminado por lo cual son más frecuentes los dolores de contracciones y más intensos. De todos modos siempre está bien ser revisada por un ginecólogo/a.

Si se sufren contracciones bastante prematuras a la salida de cuentas, se debe repasar en qué momento se producen, qué actividad se está realizando, o qué esfuerzos, e intentar evitarlos. Si únicamente se sufren contracciones y no pérdidas ni otro síntoma, es poco probable que sea algo importante. En este periodo, aparecen las contracciones de Braxton-Hicks, que son contracciones de preparación del útero para el parto, pueden ser molestas pero no dolorosas, son irregulares, no es motivo de alarma.

Existen modificaciones estructurales de la caja torácica que implican cambios en los volúmenes y capacidades pulmonares, que a medida que aumenta el útero gravido la gestante puede percibir como esa sensación de falta de aire, y que puede mejora evitando posiciónes en decúbito supino a partir de la 20 semana de gestación.

Si el bebé está en posición podálica, son el ginecólogo/a o las/os comadronas quienes intentan girarlo. No existe ningún ejercicio que la madre pueda hacer para este cometido. De todos modos siempre han existido partos de nalgas, si esto sucede, el pediatra debe revisar al recién nacido para asegurar que las caderas están en perfecto estado.